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El día de termino de curso en el jardín de niños "Iluminados por el sol" había llegado a su termino con aquella generación ese día. Entre bailes, la kermes y celebraciones, los padres de familia se encontraban alrededor aplaudiendo que sus pequeños habían pasado finalmente de grado, dejarían de estar en preescolar, para irse a la primaria, un cambio nuevo para muchos, y pensándolo de otra forma más objetiva, apenas emprenden su camino como generaciones futuras.

La señorita Hoon-ie estaba entregando reconocimientos en su salón de clases, varios padres se encontraban bastante agradecidos con ella, por ser una maestra tan buena, pero sobre todo, una humana empática. Entre agradecimientos, algunos pequeños se marchaban finalmente, y quién sabe si en algún futuro, podrían volver a ver  aquella dulce maestra que compartió un poco de tiempo en sus vidas, instruyendo, y enseñándole a los pequeños.

En el reconocido salón de clases de aquel grupo, se encontraba el pequeño trío; Satoru de lado derecho, Shoko en medio y Suguru del otro extremo, tomados de la mano, quietos mientras sus madres les tomaban una foto. Dichas féminas, se habían dado la oportunidad de conocerse aquel día y sabían de antemano, que los pequeños afortunadamente irían a la misma primaria, así que no tendrían tantos cambios de adaptación y podrían seguir siendo amigos, viéndose más seguido. Mientras tenían una charla animada sobre la vida y sus familias, los otros tres pequeños estaban completamente distraídos, jugando entre ellos, así era como se veían todos en el salón de clases de aquel jardín. El lugar donde apenas los pequeños despegaban sus naves para dejarse llevar y manejar lo que sería su propia vida, aunque claro, ahora mismo solo tenían 6 años, listos para darle la bienvenida a su nueva vida en la primaria.

La directora estaba revisando los pasillos, hasta llegar al salón de la señorita Hoon-ie, entrando y recibiendo reverencias por parte de los padres, madres y tutores de familia, cosa que agradecía de forma risueña.

— Maestra, por favor ven conmigo.

La señorita Hoon-ie salió del salón de inmediato, al fin y al cabo, los padres se encontraban con sus hijos, por lo cuál no había problema alguno. Estaban conviviendo y terminando de conocerse en lo que sería el último día de clases de esa generación. Camino detrás de la directora, sin dirigirle la palabra hasta encontrase ambas lo suficientemente alejadas para que nadie las viera.

La directora termino por cerrar la puerta del lugar en el que ahora se encontraban, y no era nada más ni nada menos que su propia oficina, la cuál se encontraba al final del pasillo de la sala de dirección y administración principal, coloco el seguro y sin más espera, tomo la cintura de la maestra que había llevado con ella, robando de sus rosados labios un suave beso que fue correspondido sin titubeos y le robó un suspiro a la contraria.

— Nobara, ¿Al menos tus alumnos saben que te llamas así? Miss Hoon-ie~. — susurró con el afán de molestar a la castaña, acariciando con delicadeza el cabello castaño, que lacio caía entre sus dedos.

En efecto, la directora le echó el ojo a la castaña desde el primer día de clases.

— Ay, por Dios, cállate. —respondió con las mejillas ardiendo, pasando sus manos sobre los hombros de la directora, masajeando estos. El cambio de ciclo era algo difícil por las nuevas adaptaciones que debían hacer, horarios y demás, Nobara sabía que Maki estaba algo estresada, cansada por ello, comprendiendo que ser directora de toda una institución era complicado.

Hoon-ie, pero si te encanta que yo lo diga —afianzó el agarre de su cintura para pegarla a ella, robándole otro beso, a lo que Nobara le dió suaves golpecitos en sus hombros después de corresponderle. Solía ponerse así de inquieta cuando se encontraban en un lugar público, y más que nada en la escuela. Solían ser discretas (o eso pensaban) con su relación, por lo cuál su mayoría de interacciones eran fuera de la escuela, y bueno, a menos que la directora quisiera molestar a la maestra, ahí estaba detrás de ella en el preescolar persiguiendo y preguntando por sus clases.

Since kidsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora