Un silencio absoluto llenaba la habitación. El aire estaba cargado de desinfectante y medicamentos. La única luz que se podía ver era la que filtraba por las cortinas de la ventana, mostrando fugazmente un día soleado.
Las sábanas heladas incumplían su función, dándole escalofríos a las extremidades de la albina. Lute tenía la mirada fija en un punto muerto mientras estaba sentada, sintiendo las suaves manos de una enfermera en su ala lesionada, le cambiaba las vendas luego de haberla revisado. Apretó las pálidas sábanas con sus manos al sentir como aseguraba el nudo, pero no emitió ninguna queja.
–Ya lo aseguré, espero lo sienta cómodo.– Habló casi en un susurro la enfermera, anotando en un papel el cambio de vendas. Esperó una respuesta de su paciente, pero solo encontró silencio, eso la puso algo tensa. –Procure comer algo, necesita sanar. Llámeme ante cualquier molestia.–
La teniente la vio retirarse de la habitación. Con un movimiento vago en sus ojos, observó la bandeja con comida que estaba a un lado de la cama, aun así no tenía hambre. Su mente divagaba desde que despertó, recordando cada detalle de lo ocurrido, era una total vergüenza para Lute. Entre suspiros lamentables, se acomodó mejor en la cama, sintiendo el frío en sus piernas y brazos descubiertos, odiaba que le hayan puesto un camisón. Quizás las sábanas estaban heladas porque ella no dejaba de pensar en vez de entregarse a la comodidad y descansar.
Desde la bandeja agarró un vaso de plástico lleno de agua, era lo único colorido en el plato con un simple puré y verduras. Bebió del vaso de forma lenta, eso la ayudó a relajarse un poco. Devolvió el vaso al escuchar ruidos sordos afuera de la habitación, miró el reloj arriba de la puerta, sus agujas indicaban la hora de las visitas.
La puerta se abrió dejando ver a Adán y a la misma enfermera anterior, ambos hablaron de forma breve, seguramente para agradecerle antes de que se vaya, pero ella no podía oír lo que decían. Ver a su comandante ahí le provocó que el aire se le escapara por el esófago y la boca, dejando sus pulmones vacíos y un ligero dolor en el centro de su pecho. No quería que estuviera en la habitación y la viera así de débil. Así de fracasada.
–Mira esta ridícula habitación que te dieron, es sofocante el olor a mierda limpia, ¿verdad?– Adán habló como de costumbre mientras miraba la pequeña, pero cómoda habitación, con sus paredes blancas y muebles del mismo color. Se le hizo curioso que su teniente no le conteste, al mirarla, ella estaba en completo silencio. –De seguro te dan los mejores tratos, las otras perras te tendrían envidia.–
El comandante se fue a sentar en una silla que tenía la habitación, para continuar hablando, pero Lute aún no contestaba. Adán hizo otro esfuerzo.
–¿Esta es la comida que te dieron? No vayan a cagarte de hambre, con eso no te llenas ni en eternidades. Solo cuidan sus putos bolsillos.– Comentó sobre el plato de comida intacto allí. Otra vez silencio, ella ni siquiera lo miraba, su fleco plateado le cubría su rostro cabizbajo.
Aquello molestó al ángel, creía poder animarla, pero no tenía resultados, decidió rendirse un poco. Se acomodó mejor en la silla, apoyándose en el respaldo antes de adoptar otro tono de voz.
–Hablé con Sera cuando regresamos, ella ya sabe todo, desde que se revelaron hasta tu accidente. Llegamos al acuerdo de adelantar el próximo exterminio, fue difícil convencerla pero lo logré. Aún no se sabe la fecha, pero lo más probable es que sea a mitad de año.–
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𝐄𝐥 𝐫𝐞𝐧𝐚𝐜𝐞𝐫 𝐝𝐞𝐥 𝐚𝐦𝐨𝐫 (Adam x Lute)
Fanfiction¿Puede una teniente enamorar a su comandante? Lute quiere intentarlo, pero Adán no entiende indirectas. ❀~✿ .═ ⚠︎ Personajes pertenecientes a la serie Hazbin Hotel. Historia 100% creada por mí. ❀~✿ .═ Autor de la imagen de portada: @butterfly_boots