Estaba tomando mi taza de café en la mañana, siempre solía hacerlo.
Sara aún no despertaba, se había quedado hasta tarde esperando a su padre, pero aquél nunca llegó.
Me sobresalte un poco al escuchar el timbre de la puerta. Fuí a ver quién era.
-¿Qué haces aquí? ¿Ahora si tienes tiempo para tu hija?
Tom rodó los ojos.
-No empieces, Dalilah... -entró como si nada a MÍ casa- solo vine a dejarte el dinero de la semana.
Dejó el dinero sobre la mesa.
Sara quién ya había despertado corrió hasta donde estaba su padre y lo abrazo, este la miró extraño.
-Papi, pensé que ya no vendrías.
-Pues ya estoy aquí, ¿qué quieres?
-¿Podemos ir a desayunar algo? Papi, dí que si, por favor.
-Eres irritante.
Volteé a ver a Tom enojada, sus palabras podrías herir a Sara.
-Ni siquiera estás lista aún, mejor ve a comer con tu madre... -me señaló- yo tengo cosas que hacer con Samantha.
Sara se puso a llorar.
-Cariño... -la llamé- ve a tu habitación, tengo que hablar un rato con tu padre.
Sara no dijo nada, solo obedeció.
-Tú hija es muy irritante.
-También es tú hija, que no se te olvide.
Tom rodó los ojos.
-¿De qué quieres hablar? Tengo cosas más importantes que hacer.
-Esto ya no puede seguir así, nuestra hija te necesita, necesita a su padre.
-Yo nunca quise ser padre, tú muy bien lo sabes, pero aún así no te cuidaste.
Estaba acabando con mi paciencia.
-¿Estás tratando de decir que no quieres a Sara?
-Entiendelo como quieras.
Tom se dió la vuelta y salió de casa.
Estaba totalmente enojada con Tom, ¿tan difícil era pasar tiempo con su hija?
Sara bajó las escaleras, tenía una toalla que le cubría todo su cuerpo.
-Mamá, ¿papá ya se fue? -dijo cabizbaja- pensé que iríamos a comer en familia.
-Tenía cosas que hacer.
Mentí, de nuevo le mentía a Sara, odiaba eso, odiaba a Tom.
-Pero no te preocupes, iremos a comer las dos juntas.
-Esta bien.
Subí junto a Sara, iba a vestirla para salir a desayunar juntas.
°•TOM KAULITZ•°
Llegué a mi departamento, ahí estaba mi novia Samantha.
-Cariño, ¿cómo te fue?
-Mal, Dalilah siempre está molestándome con lo mismo.
-Tan solo dejala, mejor ven conmigo.
Samantha se abalanzó hacia mí y me besó, no dudé en seguir besándola. De repente la puerta del departamento se abrió, era Bill.
-¡Tom, ¿cómo puede ser posible de que le dijeras eso a Sara?! ¡Y peor aún, no fuiste a desayunar con ella!
-¿Tú también me vas a joder por esa niña? Entiende que no quiere tener contacto con esa niña odiosa, solo llora y llora, es una débil.
-¡No puedo creer que digas esas cosas de tú propia hija!
-Es lo que pienso, Dalilah nunca tendría que haber quedado embarazada.
Bill me pegó una cachetada.
-¡No vuelvas a decir esas cosas!
-¡Lárgate! ¡Déjame follar con mi novia!
Bill sin decir una palabra más se fue, estaba enojado.
-Bebé, no les hagas caso.
Samantha comenzó a desabrochar mi pantalón.
-¡Déjame! ¡Ya no quiero nada!
Me fuí a la habitación y me encerré en esta. Aún seguía pensando en Dalilah, si ella no hubiera quedado embarazada todavía siguiéramos juntos.
ESTÁS LEYENDO
Lágrimas...
Short StorySara es sola una niña de 6 años, lo único que quería era pasar más tiempo con su padre.. ¿Tan difícil era eso, Tom?