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DOS DÍAS DESPUÉS...

Estaba sentada en un cartón viejo y sucio, esos señores estaban jugando cartas mientras yo estaba ahí.

Luego de un rato llegó un hombre con un plato de comida.

-Niña, come un poco.

Tomé el plato sin dudarlo, tenía demasiada hambre.

-Oigan... -llamó el hombre a los demás- cuiden bien a esa niña, ahora venga ayudarme con unas cajas.

Los hombres se marcharon, pero uno de ellos dejó su celular.

Una vez que se fueron corrí hasta donde se encontraba el teléfono y lo tomé, marqué al número de mi mamá.

•°DALILAH°•

Estaba muy desesperada, Sara aún no estaba conmigo, eso me mataba. Ahora mismo estaba con Tom buscándola, de repente me llamo un número desconocido.

Llamada...

-¿Mamá? -escuché decir, era Sara-

-¿Sara? Mi amor, ¿Estás bien?

-Mamá, estoy con unas personas malas, tengo miedo.

-Cariño, todo estará bien, no te preocupes, pronto te encontraremos y seremos felices.

-Mamá, ellos ya vienen.

-Espera un rato, le pasaré el teléfono a papá para que le des la ubicación.

-Esta bien, mami.

-Sara, ¿en dónde estás? ¿cómo es ese lugar?

-Papá, no sé, está todo oscuro.

-Logra ver algo, cariño.

-Espera, estoy viendo algo, en un cartel dice "47 dedos, calle Altún"

-Esta bien cariño, ahí estaremos.

Fin de la llamada...

-¿Qué pasó, Tom?

-Cortaron la llamada.

-Oh, por Dios... -me angustié- le pueden estar haciendo algo, Tom tenemos que ir a buscarla.

-Lo haremos con ayuda de la policía.

Tom llamó a la policía y le informó de todo.

Luego de unos minutos nos volvieron a llamar y dijeron que ese nombre le pertenecía a un local que ahora ya no existe.

-Tom, ¿dónde puede estar nuestra hija? -dije mientras lloraba-

-Dali, no te puedo decir eso, no lo sé.

Tom me abrazó, lo único que quería era encontrar a mi hija. Si no le hubiera dicho eso ella estaría con nosotros, me culpaba a cada minuto por la desaparición de Sara.

La policía llamó a Tom y le dijo que ya tenían el paradero de Sara.

-Tom, yo iré contigo.

-No, no puedes, yo traeré a nuestra hija, esperanos aquí.

-Tom, por favor, llévame contigo.

Insistí tanto que Tom decidió llevarme.

...

-Señores, no pueden ingresar al lugar, es peligroso.

-¡Vamos a ver a nuestra hija! -grité-

-Es peligroso, señorita.

Los policías entraron al lugar, Tom y yo también lo hicimos, no podíamos quedarnos a esperar.

Luego de unos minutos llegamos hacia un lugar algo oscuro, había una puerta la cual se abrió y de ahí salió Sara.

-¡Cariño!

-¡Mamá, papá!

Un hombre alto salió también de la puerta con una arma.

-¡Cariño, cuidado! -gritó Tom-

Aquél hombre le había disparado a Sara, ella cayó al suelo inconsciente.

No podía creerlo, las lágrimas comenzaron a salir, mi hija no podía estar en ese estado, ella no podía morir, simplemente no.

Tom la agarró en sus manos y se la llevó al auto, yo seguía en shock.

-¡Mi amor, mi pequeña, despierta! -decía entre lágrimas-

-Dali, tenemos que llevarla al hospital, esta perdiendo mucha sangre.

Lágrimas...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora