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Bajé de mi auto, estaba en la escuela donde estudiaba, me dirigí hacía la salida, ahí estaba su maestra.

-Buenos tardes, señorita -saludó la maestra-

-Buenas tardes, vine en busca de Sara.

-¿Sara? Ella ya se fue con la novia de su padre.

No podía creer, Tom había mandado a Samantha a buscar a nuestra hija, lo peor es que no me había dicho absolutamente nada.

-Gracias.

Me subí enseguida a mi auto y agarré mi celular, marqué a Tom.

Llamada...

-¿Por qué diablos no me dijiste que Samantha vendría a ver a nuestra hija?

-La quería ver.

-Me importa una mierda si tú la querías ver, me traes a mi hija ahora mismo.

-No estoy en casa, salí a comprar unas cosas.

-Entonces yo misma la iré a buscar.

-No lo harás, quiero pasar tiempo con mi hija.

-¿Ahora es tú hija? Ya dije, la iré a buscar ahora mismo.

Fin de la llamada...

Arranqué el auto y me dirigí hacía el departamento de Tom.

Luego de unos minutos llegué y comencé a tocar la puerta desesperadamente.

-¡Sara, cariño, estoy aquí!

Samantha abrió la puerta.

-¿Qué haces aquí, Dalilah?

-Vine a buscar a mi hija, ¿dónde está?

Alcé mi cabeza un poco y pude ver cómo Sara venía saliendo, ella había estado llorando.

-¡Mami, por fin llegaste! Samantha me estaba haciendo daño.

Volteé a ver a Samantha.

-Eso es mentira... -dijo- deja de mentir, niña.

En eso llegó Tom y vió que ya estaba aquí.

-¿Qué pasó?

-Pasa que tú noviecita le estaba haciendo algo a nuestra hija.

Tom regresó a ver a Samantha, pero está seguía diciendo que era mentira.

-Es solo una niña, Dalilah.

-¿Solo una niña? Tom, es tu hija, ¿lo entiendes?

-Cuando Sara llegó insulto a Samantha.

-¿Le vas a creer a tu noviecita? Perfecto, nos vamos de aquí.

Agarré a Sara en mis brazos y la subí a mi auto.

Tom nos llamó, pero no le hice caso. Pude ver cómo Samantha se quedaba riendo.

Subí a mi auto y me fuí de ahí, de ese horrible lugar.

DÍAS DESPUÉS...

Hoy era un día muy especial, era el cumpleaños de Sara.
Quería todo perfecto, los invitados ya estaban llegando, no eran muchos, solo familia y unos cuantos amigos de Sara.

Mi pequeña Sara ya estaba lista, estaba jugando por todo el jardín.

Bill llegó, fuí a recibirlo y a preguntarle dónde estaba Tom, Bill dijo que él ya estaba llegando.

Sara vió a su tío Bill y corrió abrazarlo.

-¡Tío, ven a jugar conmigo!

-¡Vamos, cariño!

Ambos se fueron a jugar, sonreí al verlos.

Luego de unos momento Tom llegó y se acercó a mí.

-Que linda te ves hoy, Dalilah.

-Supongo que gracias.

Tom sacó un fajo de billetes y me lo dió.

-Para que le compres algo a Sara, no sé qué le gusta.

No podía creer lo que escuchaba. Le devolví su dinero.

-Eres su padre y no sabes que le gusta, fantástico.

-¿No lo quieres?

-No, no necesitamos tu puto dinero.

Tom volvió a guardar su dinero.

-¡Papá, llegaste! Pensé que no vendrías.

Sara estaba abrazando a Tom.

-Si vine, ahora sueltame.

Sara lo hizo un poco triste.

-Sara, vamos a soplar las velas, ¿sí?

-¡Esta bien, mami!

•°SARA KAULITZ°•

Toda mi familia y amigos estaban cantándome "cumpleaños feliz", estaba súper emocionada, todas las personas que estaban aquí me hacían feliz.

Mi mamá estaba feliz a lado de mi papá.

-Cariño, pide un deseo.

Soplé las velas y pedí mi deseo.

"Deseo que mi mami y papi vuelvan a estar juntos"

-Ya está.

Todos aplaudieron, menos mi papá, estaba serio. Me dió un poco de tristeza, él siempre era así conmigo.

Lágrimas...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora