20 •Capítulo Final•

376 24 4
                                    

•°TOM KAULITZ°•

Esta mañana habíamos enterrado a Sara, ya estaba muy de noche.

Estaba en la habitación que tenía Sara en mi departamento, estaba sentado en el filo de su cama.

Suspiré.

-Lo lamento, Sara.. lamento si ya no puedo cumplir mi promesa, no sé cómo recuperar mi relación con tu mamá. Queríamos volar de nuevo, queríamos olvidar el dolor, queríamos hacerlo por ti Sara, pero no pudimos cumplir tu deseo. Nuestras alas están rotas y no podemos volar de nuevo sin nuestras alas, estamos destruidos, hija. Te has ido, lamento no haber podido ser un buen padre para ti, lamento no haber podido salvar a nuestra familia. Por favor, perdóname, perdóname por no cumplir tu desea, te eh decepcionado, Sara.

De pronto las lágrimas volvieron a salir, no entendía por qué nos había pasado esto a mí y a Dalilah.

•°DALILAH°•

Era muy de noche, no sé cómo había hecho para escaparme de casa, pero lo había hecho. Por suerte nadie me había visto salir de casa.

Toda la maldita tarde había recibido llamadas de personas dando su estúpido pésame, les respondía por educación.

Luego de estar caminando por unos minutos llegué al cementerio en donde habíamos enterrado a Sara, caminé un poco más hasta llegar a la tumba de Sara.

Comencé a llorar.

-Sara, hija, ¿Podrías hacerme un favor? ¿Podrías hacerme sentir tu presencia? Deseo verte nuevamente, deseo estar contigo... -dije mientras me sentaba a un lado de su tumba- quiero sentir tu amor otra vez, quiero demostrarte cuanto te amo, anhelo estar contigo.. perdí la voluntad de vivir. Hija, por favor, ¿Puedo irme contigo? Por favor, Sara, llévame contigo.. por favor, Sara. Mi vida no tiene sentido sin ti, llévame hacia ti, por favor, hija llévame contigo... -hice una pausa- deseo estar contigo, no me iré hasta que te vea, por favor quiero verte de nuevo sonreír, ¿Esta bien, bebé?

Me recosté encima de la tumba de Sara, quería sentir su presencia.

Luego de estar unos segundos ahí comenzó haber truenos y una fuerte lluvia.

Sonreí mientras me sentaba nuevamente y veía el cielo, Sara me había dado la señal.

AL DÍA SIGUIENTE...

-Mami... -escuché a alguien decir, una voz tan dulce- mami, despierta.. tengo mucha hambre.

Abrí mis ojos lentamente, mi hija estaba encima mío mientras me trataba despertar, estaba con una gran sonrisa en su rostro.

-¿Sara?

-¿Qué pasa?

-¿Todo fue una pesadilla?

-¿Qué pesadilla, mami..?

Lágrimas...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora