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•°DALILAH°•

Me sentí muy feliz cuando sostuve por primera vez a Sara, aunque al mismo tiempo.. tenía miedo. Siempre le preguntaba a Dios si podría ser madre, la respuesta la obtuve a medida que Sara crecía, comprendí que si podía ser madre y gracias a Sara encontré mi propósito, no imaginaba cuan maravilloso era ser madre, gracias a Sara me dí cuenta que podía amar de manera incondicional. Cuando dí a luz mi vida cambió por completo, me sentí como si fuese una mujer nueva, como si hubiese renacido, y ahora que se ha ido muchas preguntas vuelven a llenar mi mente, me eh vuelto a llenar de dudas y de mucho miedo. Al estar consciente de su muerte busco respuestas a preguntas que no las tienen, ¿Por qué pasó esto? ¿Por que tuvo que quitarmela? ¿Por qué ya no soy madre? Por Sara madure y me conocí a mi misma, pero no sé quién soy sin ella.

Estaba observando el ataúd de Sara, se la veía tan linda.

Alguien tocó mi hombro, me dí la vuelta y era Gustav.

-Dali, limpié la habitación de Sara y encontré una carta que escribió para ti y Tom.

Agarré la carta y ví la fecha.

-La escribió el día que huyó.

Comencé a leer la carta.

"Queridos mamá y papá, me voy de este departamento, ya no me aman porque no quieren que sea feliz. ¿Por qué no quieren estar juntos? Quiero tenerlos de vuelta, es la única forma de sentirme feliz. Adiós, mamá y papá."

Al leer la carta comencé a llorar.

-Lo siento, hija, lo siento.

Abracé la carta con tanta fuerza, por mi culpa Sara había escapado, si yo hubiera aceptado volver con Tom ella no hubiera escapado.

HORAS DESPUÉS...

•°TOM KAULITZ°•

-Nos encontramos aquí para darle una amorosa despedida a Sara, expresemos nuestro amor por ella y aceptemos su muerte, vivamos con su sonrisa y sus recuerdos en nuestra mente y muy especialmente del seno pleno de nuestros corazones. Nos encontraremos con ella y con Jesús en una próxima vida donde ya no hay más sufrimiento, soledad o muerte, donde solo hay felicidad y vida eterna. Nos veremos todos donde las almas son libres de pecado y Dios nos espera de brazos abiertos. Padre nuestro, estamos despidiendo a Sara, por favor cuídala con todas las fuerzas, por favor perdonale sus pecados, su debilidad, amala incondicionalmente y brindale toda tu misericordia para que permanezca feliz en el cielo, que siga siendo una alma bendecida. En el nombre del padre, del hijo y del espíritu Santo, nos veremos pronto en el paraíso, que seas acompañada de los Santos y que disfrute con todos los ángeles, los mismos que te otorgaron está bella familia y se reúne aquí para sonreírte y darte las gracias plenas. Tus recuerdos se quedan en el plano terrenal, latantes y cada unas de las personas presente. Adiós Sara, independientemente de quien de vaya primero, todos nos uniremos con nuestro querido Señor. -dijo el Sacerdote-

Todas las personas que estábamos en el entierro de mi hija lanzamos una rosa blanca en su ataúd, un bello ataúd blanco.

"Me voy, pero viviré en sus recuerdos, por favor no me olviden, porque yo siempre los voy a recordar.
Oraré mucho para que siempre estén juntos, se los pido porfavor, no quiero que peleen más.
Me voy deseando que lleguen a estar juntos de nuevo, esa sería mi mayor felicidad. Mamá y papá de verdad los amo mucho, cuídense, yo rezaré mucho para que estemos juntos, los voy a querer por siempre, sean felices, por favor.
Adiós, mamá y papá, y a todos lo que me amaron en esta vida.

Lágrimas...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora