Era muy tarde, estaba lloviendo fuerte, fuí a la habitación de Sara para ver cómo estaba ya que ella le tenía miedo a la lluvia fuerte.
Entré y me acerqué a ella, toqué su frente.
-Sara, estás ardiendo en friebe.
-Mami, me siento.. mal.
-Esperame aquí, cariño.
Bajé las escaleras, fuí a buscar un paño con hielo y el medicamento.
Subí de nuevo a la habitación de mi hija y comencé a ponerle el paño en su pequeña frente.
Luego de unos minutos le dí su medicamento.
-Tranquila, pronto se te pasará.
Sara sonrió.
Me quedé a su lado toda la noche.
Me desperté en medio de la madrugada, me dí cuenta que Sara no estaba en la cama.
-¡Sara, cariño! ¿dónde estás?
-¡Mami, ayudame!
Sara estaba en el baño, corrí hasta ahí. Abrí la puerta y Sara estaba tirada en el suelo mientras le sangraba su pequeña nariz.
-¡Sara, mi amor, despierta!
Agarré en mis brazos a Sara y salimos de casa, la metí en mi auto y nos dirigimos al hospital.
Estaba llamando a Tom por muchas veces, pero aquél no contestaba. No podía llamar a Bill ya que él no se encontraba en el país.
Llegamos al hospital y unos médicos se la llevaron a Urgencias, seguía llamando a Tom, pero no contestaba.
Estaba muy angustiada, no podía permitir que a Sara le pasará algo, no podría seguir con mi vida.
Pasaron algunas horas, nadie me decía nada sobre Sara, por suerte Tom ya me había contestado y ya estaba en camino. Luego de unos minutos llegó.
-¡Dalilah! ¿Cómo está Sara?
-No lo sé, nadie me informa nada.
-Dios, espero no le pase nada malo.
-¿Ahora si te importa?
-No es lugar para hablar de eso.
-Te estuve llamando toda la puta madrugada y no atendias.
-Estaba pensando en el mismo lugar al que íbamos cuando estábamos juntos.
Reí.
-¿Sobre qué pensabas? ¿Sobre cómo alejarte de Sara?
-Estaba pensando y me dí cuenta que quiero pasar más tiempo con Sara, me dí cuenta que ella me necesita.
-Vaya, me sorprendes, pero mi respuesta en no.
-¿Por qué no? Es mi hija.
-¿Tú hija? Te recuerdo que muchas veces la dejaste plantada.
-¡Basta, Dalilah! Sara está aquí en el hospital y tú sigues jodiendome la vida.
Hiba a responderle, pero la doctora salió.
-¿Ustedes son los padres de la paciente Kaulitz?
-Si, yo soy la madre.
-Y yo el padre.
Volteé a ver mal a Tom.
-Sara está bien, es una niña muy saludable. Le comenzó a sangrar la nariz debido al estrés y preocupaciones. Cuando estaba inconsciente repetía varias veces que quería que sus padres estén juntos y que su papá no la quería, tal vez es por esa razón el estado de Sara.
La doctora se fue.
-¡Es tu culpa! Si tan solo no le hubieses dicho esas cosas a Sara esto no hubiera pasado.
-Lo siento.
Me fuí de ahí, no soportaba ver la cara de Tom.
ESTÁS LEYENDO
Lágrimas...
Short StorySara es sola una niña de 6 años, lo único que quería era pasar más tiempo con su padre.. ¿Tan difícil era eso, Tom?