vigésimo quinto capítulo

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Una casa de campo?

Wil lo llevo a esas casas enormes que aparecen en las novelas, esas hermosas casas con jardín repleto de flores y la vista al mar y su hermoso atardecer.

-Y esto amor?

El castaño estaciono el auto mientras tenia la mirada de sorpresa del menor.

-Se cuánto te gustan estos tipos de casas y que mejor que traerte aquí por unos días.

-Pero amor... Es un hermoso detalle, pero no traigo ropa.

-Por eso no te preocupes que yo ya me encargue de eso.

Depósito un beso en la boca del menor.

-Ven vamos a verla.

Entraron a la casa y miraron la gran puerta de madera, la abrieron y el interior de la casa era una maravilla, muebles hermosos y candelabros colgando del gran techo.

-Wow... Es hermosa.

-Si...

Fueron al jardín donde estaban unas hermosas flores bastante bien ciudadas, una piscina de un lado y una mesita con sombrilla, era tan maravilloso todos y cada uno de los rincones de ese lugar.

Caminaron a la mesa con vistas al mar y al hermoso cielo.

-Tu lo hiciste?

Veía el desayuno que estaba ahí y aparte unas fresas con chocolate que ya le había echado ojo y los waffles en forma de corazón más un pequeño café y jugo de naranja.

-Si... Algo así.

Recordaba como Tommy le marco todo enojado porque tubbo lo lleno de harina al hacer los waffles, definitivamente no volvería a encargarle nada a esos dos.

Se sentaron a comer y a platicar, algunas veces se quedaba en silencio pero no incómodo todo lo contrario, bastante tranquilizador.

-Todavia te tengo unas sorpresitas más~

-¿Cuales?

Dejo su tenedor a un lado y bebió su jugo de naranja.

-Voy al carro por ella, ahora vengo.

Fue al carro dejando al menor contemplando la vista del mar y saco el collar, ese collar tan caro y hermoso pero no tanto como el anillo que tenía guardado en la bolsa.

Llegó con el menor que estaba chateando por teléfono y se sentó a un lado viendo cómo este dejaba su teléfono y lo apagaba.

-Que paso? Todo bien?

-Sip, Karl que me mandó foto de su día y le mandé la foto del mar, nada importante, ahora sí ¿Que me ibas a dar?

-Puedes cerrar tus ojitos?

-¿No es ningún insecto ni nada verdad?

-Nop, cierra tus hermosos ojos.

El menor hizo caso y el castaño abrió la caja dejando ver el collar y lo puso enfrente del menor.

-Ahora si, abrelos.

El azabache vio el collar que le extendía el mayor, solo lo tomo y lo observó, cada uno de sus detalles.

-Cuanto te costó esto debio de ser carisimo, pero es hermoso.

-Ya te he dicho que el precio no importa si tú lo pides te compro la joyería completa~.

El menor se paró y se sentó en el regazo del mayor abrazándolo.

-Te amo... Gracias.

-No hay de que lindo.

Pasaron un buen rato ahí, observaron las habitaciones de la casa hasta que el castaño pidió que fueran a la playa para ver el atardecer.

...

-Alex...

Este se detuvo volteando a verlo sin soltar por ningún motivo su mano.

-¿Si? ¿Que pasa?

-Yo... No sé cómo decirlo.

Hizo una seña extraña volteando atras de Alex haciendo sonar unas guitarras, trompetas y hombres cantando en ¿Español? Eran...

¡¿Mariachis?!

El menor volteo a ver a los mariachis sorprendió y luego al castaño que lo veía y tomaba sus manos.

Somos novios...

Pues, los dos sentimos mutuo amor profundo.

-Alexis...  tu sabes cuánto te amo y cuánto he esperado el momento para estar contigo, despertar cada mañana viendo tu preciosa cara y... formar una familia contigo...

Y con eso...

Ya ganamos lo más grande de este mundo..

-Pasar todos y cada uno de mis días a tu lado, envejecer juntos y ver crecer a nuestro hijo o hija... ver
como hace su familia tal y como tú y yo lo estamos haciendo....

Nos amamos, nos buscamos..

Como novios, nos deseamos..

Y hasta, a veces, sin motivo
Y sin razón...

-Tantas cosas pasaron entre nosotros dos pero aún así aquí estamos, juntos y con un pequeño pedazo de los dos en tu pancita como muestra de nuestro amor.

nos enojamos..

-Por eso Alex, hoy te traje aquí, a esta casa, a esta playa... Para hacerte una pregunta, una pregunta que si tú aceptas, te juro que voy a hacer que jamás te arrepientas de tu decisión.

El menor veía extrañado a su pareja y escuchaba música.

Somos novios..

Mantenemos un cariño limpio y puro.

Como todos...

Procuramos el momento más obscuro.

-Se que a veces pude que tengamos diferencias y empezemos discusiones tontas entre los dos, pero somos pareja y tenemos discusiones, pero cada vez que te veo quiero que te quedes a mi lado para siempre, hacerte feliz y sacarte esa hermosa risa que tanto me encanta, quiero ser ese que llegue todos los días con un ramo de rosas y darte un beso...

Para hablarnos...

Para darnos el más dulce de los besos.

-Ese al que ames, que cuando llegue de un largo día de trabajo saber que vas a estar ahí esperandome, ser ese con el que cumplas tus deseos más oscuros y al que le dediques todos tus "Te amo" y yo dedicarte los míos.

Recordar de qué color son los cerezos...

Sin hacer más comentarios...

-Por eso, Amor mío, quiero decirte que si tú...

Se arrodillo sacando la pequeña caja azul de terciopelo dejando ver el anillo de matrimonio de la medida del azabache.

-¿Me permites casarme contigo?

Somos novios...

El menor sabía la respuesta pero todas esas lágrimas que salían de sus ojos no lo dejaban decirla, se las trato de limpiar y trato de hablar.

-S-si... Te permito casarte conmigo...

El castaño agarro la mano del amor de su vida y coloco el anillo lentamente y cuidadosamente en su dedo. Se paró y abrazo al azabache por el aire dando vueltas.

Solo novios...

Se separaron un poco y limpiaba las lágrimas que salían de los ojos del azabache mientras el menor hacia lo mismo con el mayor, ninguno quería decir ninguna sola palabra y solo querían estar abrazados.

Siempre novios....

Toda la vida?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora