Los padres de Kuroo se fueron de viaje durante dos semanas, así que hace lo que cualquier adolescente en su posición haría; organizar una fiesta con todos sus amigos.
Con la influencia del alcohol, se revelan secretos y se presentan situaciones que...
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NARRADOR OMNISCIENTE
La tensión era palpable cuando Tsukishima cerró la puerta tras su cuerpo. Estaban en lo que parecía ser un estudio de arte que claramente no había sido usado en mucho tiempo.
Yamaguchi se quedó mirando la pared, dándole la espalda al más alto, quien ya se encontraba algo inquieto mientras encontraba el valor suficiente para hablar.
—Mira, Yams, yo...
—No lo hagas —le cortó con voz áspera y mirada fría, dándose la vuelta. Kei tragó saliva y cerró la boca mientras el peliverde dejaba escapar un suspiro—. Sólo respóndeme esto, ¿significó algo para ti?
—No, Kuroo sólo estaba...
—Si sabías cómo me sentía, ¿por qué hiciste eso? —su voz sonó un poco más alta cuando el rubio levantó la mirada— Yo pensaba que sentías lo mismo, ya que fuiste tú quien me besó primero. Está claro que me equivoqué...
—¡No! —Tsuki rápidamente le cortó, caminando lentamente hacia el chico cuyos ojos se encontraban aguados— Escúchame, la cagué y en eso te doy la razón. No sé qué estaba pensando cuando lo hice... —Yamaguchi chasqueó su lengua con burla y apartó la mirada mientras Kei se acercaba un par de pasos más— Pero significas el mundo para mí, y me siento muy mal de haberte hecho pensar lo contrario —Kei se detiene al alcance de la mano de Tadashi, pero resiste al impulso de abrazarle al ver lo frágil que se encuentra el más bajo.
—Quiero una razón real. ¿Realmente sentiste la necesidad de ver si me ponía celoso? —Yamaguchi se encuentra con la mirada de Tsukishima, quien siente una punzada en su pecho cuando nota la tristeza en los ojos ajenos.
—Eres tan increíble y literalmente un maldito ángel. Sinceramente, me costó creer que yo también te gusto —el brillo en los ojos del peliverde aumenta, mientras lucha contra el impulso de sonreír—. Sé que cuando te besé me devolviste el beso, pero no sé, nunca hablamos de ello, así que empecé a pensar que te arrepentías. Sé que es tonto, y la forma en que lo manejé fue tan, tan jodidamente estúpida —ante sus palabras, Tadashi pone los ojos en blanco.
—Eso es quedarse corto —Tsuki se ríe en voz baja.
—Fui una idiota. Casi tan idiota como el dúo de fenómenos —eso hace que Yamaguchi se ría ligeramente—. Pero, de todas formas, me gustas tanto, joder, que no puedo vivir sin ti, así que... por favor. ¿Puedes darme otra oportunidad? —Yamaguchi suspira y toma la mano de Tsuki entre las suyas con total delicadeza.
—Debí haber hablado contigo. No es que eso justifique tus acciones, pero debería haberlo hecho. Me asusté y decidí evitar mis sentimientos en lugar de hablar contigo. Así que, también lo siento.
—Yo soy el que lo siente. De verdad lo siento mucho. Nunca dejaré de decirlo —Yamaguchi suspira y da un paso más cerca, tan cerca que se rozan.
