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Llegamos del campo de mini golf, dónde había sucedido la emergencia de un hombre que cayo en un pozo sobre una de las estructuras y que al estar muy caliente básicamente se derritió parte de su cara en el material. Cuando lo sacamos, segundos después el pozo se llenó de magma, dejando así una piscina naranja.

Terminé de revisar por segunda vez el equipo y lo deje sobre la mesa. El capitán nos había ordenado a toda la estación que revisáramos todo dos veces para estar preparados por si el volcán que pensábamos que estaba inactivo, causará estragos.

-Estas cosas no pasan en Los Ángeles

-¿Que tipo de cosas pasan allí?- me preguntó un entusiasmado Mateo

-Tsunamis, terremotos- fruncí mucho el ceño- camiones de bomberos en piernas de estos, barras de metal en cabezas de bomberos

-¿Que?- preguntó dejando caer el trapo de sus manos y acercándose a mí

-Algo de lo que no quiero hablar- el resto de la tarde lo tuve a Chávez merodeando detrás mío para que le cuente las historias

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Fiesta de fraternidad... Nunca había estado en una en mi adolescencia ya que no había ido a la universidad. Lastimosamente ahora estaba en una y no por el alcohol.

El agua de la piscina está hirviendo y con fuego en la superficie, alrededor había muchos heridos, y mejor no hablar de los que quedaron dentro de ella.

-Marjan, TK recuperación- señaló el cap- Mateo, Katherina apaguen los fuegos de alrededor. Judd ven conmigo.

Con Mateo corrimos al camión a por los extintores, luego nos separamos para acabar más rápido. Me apresuré a ir a la piscina para apagar ese fuego y hacerles el trabajo de sacar a las víctimas más fácil a Marjan y TK.

Luego paseo por el patio apagando pequeños incendios, pero freno de repente cuando me llaman.

-¡Bombera Reyes!- voltee viendo a Tim en el suelo con una víctima- necesito que me ayude a ponerlo en la camilla

-En seguida- tiro el extintor al suelo y me agachó a su lado. A la de tres subimos al chico a la camilla y cuando nos preparamos para alzarlo y sacarlo de allí, la piscina comenzó a erupcionar. Pedazos de rocas volcánicas empezaron a saltar por los aires.

-Debemos irnos, vamos- dijo apareciendo el cap. Antes de que hagamos cualquier movimiento, una roca cayo en nuestra dirección. El cap, que estaba a mi lado, logró cubrirnos a el herido y a mí. Cuando levantamos la vista... Tim estaba en el suelo, inmóvil.

911: Llamada de emergenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora