Buck y Kath se conocieron en la estacón de bomberos de L.A, donde se hicieron amigos inseparables. Ambos comparten la pasión por salvar vidas, el gusto por la adrenalina y el sentido del humo.
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Accidente múltiple de autos, y obviamente nosotros nos encontrábamos allí intentando ayudar a la mayor cantidad de víctimas posibles.
-¿Cómo paso esto?- le pregunté a mi hermano mientras ambos ayudábamos a una mujer a salir del vehículo
-Athena me informó sobre una mujer alcoholizada...
Seguimos caminando entre los destartalados autos mientras ayudamos a más personas a salir de ellos, uno de los dos los acompañaba hasta los paramédicos mientras el otro revisaba al alrededor y así sucesivamente.
Caminábamos de camino a los camiones y patrulleros cuando mi capitán le grita algo a un bombero, al estar lejos no logramos escucharlo. Cuando el bombero le volvió a preguntar que pasaba, una explosión lo hizo volar, como estábamos dentro de todo cerca, Alejandro y yo caímos a unos metros por la fuerza.
El olor a carne quemada inundó el lugar, con un pitido en los oídos me levanté a duras penas y fui junto a mi hermano.
-¿Ale? ¡Ale!- lo moví al no recibir respuesta. Al hacerlo, ví como su ceño se frunció y abrió los ojos- ¡Estúpido, me asustaste!
-¡Lo siento, pero deja de golpearme!- gritó tomándome las muñecas para frenarme, cosa que no lograba hasta que mi radio sonó.
-Capitán, Nash. Hay una mujer en labor de parto en la central- una sonrisita apareció en mi rostro al escuchar a la jefa de Maddie- ¿Podría enviar a un paramédico?
-Seguro hay paramédicos más cerca a su ubicación que nosotros- con Ale nos golpeamos con las manos en la cara sin creer lo que decía el cap. ¿Acaso no entendía a qué se refería?
-Si, pero ninguno es el padre del bebé
Con mi hermano nos levantamos rápido y fuimos hasta donde estaba toda la 118.
-Nosotros nos encargamos, Chim. Ve a conocer a tu hija- dice el cap. Athena señala su patrulla antes de hablar.
-Seguiré a la ambulancia, puedes venir conmigo. Alejandro tu también- ambos hombres asintieron y fueron tras Athena.
∞∞∞
Mi corazón latía desenfrenado mientras corría entre los muchos autos buscando a Albert.
Resulta que cuando estábamos por irnos, una despachante nos había dicho que la primer llamada de este accidente era un tal Albert Han y que la llamada se había cortado abruptamente y al intentar llamarlo siempre daba con el contestador.
Al no encontrarlo en la colisión, Bobby habló con la central sobre dónde fue la primer llamada. Por lo que al tener la ubicación, todos nos montamos en el camión y fuimos hacia la salida de la 47, dónde al bajarnos vimos unas llantas marcadas en el pavimento. Las seguimos hasta dar con un auto volcado con las ruedas para arriba.