Buck y Kath se conocieron en la estacón de bomberos de L.A, donde se hicieron amigos inseparables. Ambos comparten la pasión por salvar vidas, el gusto por la adrenalina y el sentido del humo.
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Tome la correa de Zeus y mi cartera, hoy teníamos el día libre después de un turno de 24 horas así que Chim y Maddie aprovecharían para ir a ver casas por lo que nos dejarían con Jee. Lastimosamente esa mañana había recibido una llamada del hospital diciéndome si podía ir para hablar sobre los exámenes de sangre que me hicieron la semana pasada.
-¡Zeus! Vamos a pasear- el perro en cuestión de segundos ya había aparecido a mi lado eufórico- lo siento amor, no quería dejarte solo con Jee pero te prometo que trataré de volver rápido.
-Tranquila, pasaremos un día sobrina tío- me besó la mejillas- ¿Estás segura que irás sola? Capaz que sería mejor si vamos mañana ambos
-Me quedaría más tranquila si voy hoy, mayormente nunca llaman...- dije, recordando que la única vez que recibí una llamada del hospital fue cuando Marcos murió
-Bueno, pero ni bien tengas los estudios me avisas- asentí, poniéndole la correa al perro.
Mi querido esposo me había dado el Jeep, así que subí a Zeus en el y emprendí camino a casa de mi hermano para dejarlo allí hasta que volviese. No quería que Buck se quedará al pendiente de Jee y que Zeus hiciera de las suyas.
Al llegar Taylor me abrió, lo único que llevaba puesto era una remera de mi hermano.
-Oh, llegaste antes- dijo, acomodándose el cabello- tu hermano...
-Nop, no quiero saber y no, no llegue antes- le tendí la correa- vengo en un rato a buscarlo. Nos vemos
∞∞∞
Los ojos de mi doctora iban a toda velocidad por el papel, de los nervios mi pierna no paraba de repiquetear.
-Dígame ya doctora- mi voz sonaba asustada- ¿Es algo malo, verdad? Solo para lo malo llama el hospital
-Wow, baja esos nervios señora Buckley- me trató de calmar- no siempre llamamos por cosas malas
-Bueno, en mi experiencia si- traté de mirar por encima- ¿Que es? ¿Intoxicación? ¿Cáncer? ¿Que?
-Buckley- sonaba raro que me reprendiera con mi nuevo apellido, ya que en el trabajo todavía usaba Reyes para no crear confusiones
-Lo siento...- sonreí apenada- es que mayormente Evan me calma en estás situaciones
-Me alegro que se tengan el uno al otro, porque lo van a necesitar- incline la cabeza sin entender a lo que se refiere- felicidades, usted está embarazada
