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Din estuvo a punto de rendirse y pedirle al ugnaught que le proporcionara otro medio de transporte al no poder dominar y ni lograr equilibro alguno sobre el Blurrgs.

"Eres un Mandaloriano" Le gritó Kuiil "¡Tus ancestros montaban los grandes mitosaurios! Claro que puedes montar a esta joven potranca"

Din casi podía ver la burla en los ojos de la Blurrgs que tenía que montar. En su fea expresión había arrogancia. "di'kut" Le escupió al animal con desprecio, esto no pareció agradarle mucho.

El ugnaught suspiró "No pierdas el tiempo insultándola, o no lograrás llegar a tu objetivo" Le comunicó y ladeo su rostro para ver a la pequeña niña montando su propio Blurrgs "Incluso tu hermana pequeña lo logró"

Din hizo una mueca, la desesperación no lo llevaría a nada bueno. Decidió finalmente rendirse y dejar la hostilidad, se acercó al animal y lo acarició en busca de transmitirle de alguna forma su necesidad de montarlo. "Tranquila..." Cuando subió a ella y esta le permitió cabalgarla, Din le agradeció a la manda por darle la suficiente paciencia por no abandonar la idea e irse caminando.

"Bien, es hora de partir" Anunció el ugnaught.

Luego de salir del campamento, Din, el ugnaught y Bo-Katan cabalgaron en fila india hacia las zonas más altas, a lo largo de una serie de cumbres y estrechos desfiladeros intercalados con grietas profundas. Cuando llegaron a un terreno más plano, los tres jinetes continuaron su recorrido por una planicie caliente que los llevaba hasta un pequeño precipicio.

"Allí es donde encontrarás tu presa" Le anunció al mando mayor.

Din asintió, a pesar de saber las verdaderas motivaciones estiró en la dirección del ugnaught una pequeña bolsa con créditos "Por favor, te lo ganaste"

El ugnaught negó "No habrá paz hasta que ellos se vayan, ayúdame con eso, y todo estará pagado"

Din asintió, guardó nuevamente la bolsa en uno de los bolsillos de su traje de vuelo. El ugnaught se despidió de ambos con un ligero movimiento de cabeza, llevándose con él a los dos Blurrgs que habían sido el transporte de la niña y el suyo. "Bien, es hora de trabajar"

Bo-Katan se acercó al borde del precipicio, la altura no era tanta. A lo lejos había una especie de campamento, el cual era un conjunto de edificios con techo plano en forma de U que rodeaban una especie de plaza bastante polvorienta.

"Se ve peligroso" Escuchó decir a Din, el cual observaba al grupo de soldados que resguardaba al activo a través de su telescopio "Lo mejor es que te quedes aquí haciendo guardia"

Bo-Katan hizo una mueca "No quiero" Exclamó "¡No puedo ayudarte desde lejos"

Din le entrego el telescopio a la niña para que ella viera lo mismo que el había visto. Aunque, luego de verla estremecer, notó que había sido una mala idea hacerla ver a los niktos, después de todo, un grupo de esa misma especie había sido la causante de su secuestro "Quédate aquí"

"¡No!" Chilló Bo-Katan cruzándose de brazos, odiaba a los niktos y quería ayudar a patearles el trasero ella misma "Quiero ayudarte, Vod"

Din suspiró, esta era una pataleta en la que no podía dejarse ganar. Ya había corrido muchos riesgos llevando a la niña con él "Princesa." Comenzó él.

"Te dije que me llamaras Bo" Replicó la niña, aun sin descruzar sus brazos.

"Bo" Repitió Din tratando de no ser grosero "Eres una adii'ka y debes escuchar a tu Vod ¿No es así? Eres un expósito, no puedo llevarte a un campo minado de soldados que podrían matarnos"

La odisea de Bo-Katan Kryze y Din DjarinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora