La odisea de Bo-Katan Kryze y Din Djarin

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Estaba lloviendo cuando aterrizaron en el puerto espacial de Concordia, la lluvia no era lo suficientemente fuerte para ser una molestia para los habitantes del planeta. La rampa del Razor Crest comenzó a bajar con una exagerada lentitud que le recordó a Din, el urgente mantenimiento que necesitaba la nave luego de las rápidas reparaciones que le había hecho Kuiil luego de que los Jawas la desvalijaran.

"¿Tienes tu abrigo puesto?" Le preguntó Din a la niña sin mirarla mientras aseguraba los dos maletines llenos de créditos en un lugar seguro del Razor, por ahora lo dejaría allí y luego vendría por ellos.

Bo-Katan asintió, llevaba su poncho puesto, lo había comprado con los cien créditos que se había ganado de la recompensa luego de matar al Dragón Krayt.

Din no necesitaba un abrigo, la armadura lo protegería lo suficiente de la ligera lluvia que caía, aunque, no podía evitar sentirse nervioso. Su padre le había enviado un mensaje, indicando que el duque iría a Concordia para recibir a su hija y asegurarse que la niña estaba en perfectas condiciones.

"Vamos" Le dijo Din, haciéndole una seña con el casco, el pequeño bebé era sostenido por la niña, quien había hecho una especie de bolsa de canguro en el cual podía cargarlo alrededor de su pecho.

Bo-Katan bajó la rampa junto al mandaloriano y, a unos cuantos metros divisó varias figuras conocidas por ellas. "No vas a dejar que me lleven a Mandalore ¿Verdad, Vod?" Preguntó la niña algo nerviosa.

"Nos quedaremos un par de días con la tribu, prometí enseñarte a usar el rifle, aunque parece que aprendiste sola" Se burló Din.

La niña sonrió, aunque el gesto fue ocultado por su casco el cual llevaba puesto.

Un grupo los esperaba en una de las entradas del puerto espacial. El cual constaba de seis personas, cinco hombres y una mujer, todos con armadura mandaloriana, aunque tres de ellos llevaban casco y los otros tres no.

"Bo.." Adonai sonrió temblorosamente al ver a su hija, el cabello pelirrojo del duque estaba humedecido por la llovizna que caía "Hija... ¿Estás bien?" Le preguntó y acercó ligeramente, necesitaba abrazarla, necesitaba asegurarse que lo que realmente veía frente a él era real.

La niña se apartó sutilmente al ver sus intenciones, escondiéndose tras el mandaloriano de armadura brillante.

Din hizo una mueca que fue ocultada por su casco al ver la expresión de dolor en el rostro del hombre pelirrojo "Majestad" Expresó mientras hacía un asentimiento.

Adonai sonrió temblorosamente "Din Djarin" Dijo estirando su brazo y estrechando la mano del mandaloriano frente a él "Finalmente, es un honor conocerte, no existen suficientes palabras para agradecerte lo que has hecho por mi familia"

"El honor es mío, majestad" Indicó cortésmente, ladeo su casco para observar a su padre y a su madre con su característico casco dorado "Madre, padre"

"Bienvenido hijo" Dijo Amara, la felicidad era notoria en su voz, se acercó a su hijo para darle un ligero apretón en su brazo, en una parte en donde el Beskar no cubría el traje de vuelo de su hijo "Princesa" Saludó la armera a la niña tras él.

Bo-Katan alzó la mirada, sus dedos enguantados se aferraron a la capa negra y vieja de Din "Hola" saludo a la Armera.

Amara sonrió tras su casco "¿Sabes quién soy? ¿verdad? Hemos hablado muchas veces por el datapad, princesa"