Mía por contrato #1

Capítulo IV.

Enza

Mi vestido parecía magia, era muy brillante, con diamantes en el corsé y pocos en el inicio de la falda. Las puertas delante de mí listas para anunciarme en cualquier momento y llevarme a un destino que no había pedido. Había escogido el ramillete de rosas blancas en representación de la muerte de mi vieja yo, una solterona, haciendo alusión a qué hoy era el día más triste de mi vida como lo son los funerales para muchos.

Las dobles puertas se abrieron y camine solitaria por el pasillo con el velo ocultando mis facciones. Con la mirada en alto, no conocía a nadie en aquella sala. Sabiendo a qué se dedicaba, sabía que estaría llena, pero no tan llena.

A mitad centre la mirada en el frente y lo ví, el hombre que me había quitado la normalidad, mi futuro esposo. Sería su dolor en el culo. El fuego de su infierno. Por qué si él era el diablo yo sería las llamas que lo consumieran.

Su fornido cuerpo enfundado en un traje de tres piezas costoso, como toda la ropa que usaba. Le sostuve una mirada desafiante a la cual ni se inmutó. Llegué frente a él, levantando el velo sus dedos rozaron mi mejilla y mi piel se erizo con el contacto, pero ignore aquel detalle.

El padre recitó sus habituales palabras, mientras me prepare para recitar mis votos.

-Pueden recitar sus votos.

Aquí iba...

-Prometo ser, la pesadilla de tus sueños y el odio de tu amor. La fealdad de tu vida, el fuego que quema el infierno. No dejará que mi fuerza sea doblegada y prometo no amarte por el resto de mi vida, hasta que tú muerte nos separé.

Darío

¿Acaba de ser amenazado por mi mujer?

Creo que sí.

¿Importaba?

No, ninguno de esos votos se cumpliría, la haría ser la pesadilla más hermosa que haya tenido, el mejor odio que haya recibido y las llamas más ardientes del infierno, porque ella no sabía que yo era el diablo de nuestro infierno. Y dejaría que sus llamas nos consumieran a ambos.

-Prometo, que todas esas palabras se cumplirán.

Sus ojos ocultaron la sorpresa y volvieron a ser resplandecientes mares desafiantes.

Cuando la vi entrar, mis ojos no pudieron despegarse de su belleza, parecía un angel en llamas con su hermoso cabello suelto y su piel lechosa hacia juego, con el vestido de novia. Mi mujer, se veía hermosa en cualquier cosa. Pronto en cualquier lugar y posición cuando consumara nuestro matrimonio, no la obligaría, ella sola querrá arder.

Los invitados sorprendidos, esperaron mis votos que nunca llegaron. Porque no necesitaba profesar nada delante de estas personas, solo a ella. A ella le prometería todo.

El padre continuo con la ceremonia, cuando llegó el momento del beso tomé su mano alzando y besando está. Volvió a ocultar su sorpresa ¿Mi piccola esperaba un beso en los labios? Lo tendría, justo después que lo pidiera.

Enza

Ya no era D'Alessio ahora era una Russo más. Era raro pensarlo. La recepción estaba siendo maravillosa y todo se veía apetecible. Pero mi estómago se encontraba cerrado por el momento en que mi «marido» quisiera consumar lo que ahora se suponía era suyo.

Mi miedo de que me obligará era fuerte, sentía mi pulso a mil.

Pero mi sorpresa fue mayor cuando al llegar a la mansión él se fue directo a su oficina y desapareció de mi vista.

Para luego salir de casa ¡Como si no fuera el día de bodas! Lo cuál debería darme igual.

¿Debía seguir preocupándome?

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

Se que está corto... Intenté escribir este capítulo. Estoy volviendo a tomar el hilo a las cosas así que ¡calma pueblo!

¿Cómo les ha ido en la semana?

¿Que les ha parecido el capítulo?

Un poco extraño que a Enza le diera no le diera igual que saliera el día de bodas, aunque a mí tampoco me daría igual si fuera un hombresote como Darío jeje.

Volviendo a otros anuncios... Creo que subiré un extra de "HTC" pronto.

Espero volverle a tomar la onda a publicar cada semana y así no tengan que esperar tanto mis fueguitos.

Igual pienso ir publicando en la otra cuenta uno que otro capítulo OliviaKing2010 así que también nos vemos por allá.

Los quiero mucho.

Besitos de fuego. 🔥💋