Capítulo X.

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Darío

Viéndonos en el espejo no podíamos encajar de una mejor forma. Ella era perfecta. Ella es perfecta. Y era mía. Es mía.

Escuché los pasos acercándose, era la dependienta de la tienda estaba seguro de aquello, pero lo unico que deseaba más que la mujer de la tienda se fuera, era escuchar a mi esposa llamar mi nombre.

Subí mi beso haciéndolo húmedo con mi lengua, de su hombro a su cuello, el suspiro que le siguió fue la gloria, pero quería que mi nombre lo acompañará. Agarrando su cintura la pegué a mi bulto. Ella volvió a suspirar pero ahora en sorpresa, sus ojos de cervatillo me saludaban en el espejo.

-Señora Russo ¿Todo bien? -pregunto la mujer del otro lado.

¿Está mujer no podría irse y ya? Me quedé observandolá por el espejo.

-Dile que tenías problemas con el cierre y tú esposo entró a resolverlos.

Sus ojos quedaron petrificados por un milisegundo cuando aquellas palabras salieron de mí. Pero sabía que lo haría.

-Sí, todo bien -lamí su cuello y tuvo que hacer una pausa-tenia problemas con el cierre -balancee mis caderas en círculos hacia ella, restregándome, mientras otro suspiro casi gemido salia de entre sus labios, empañando un poco el espejo.

Cómo tardamos en responder la chica detrás de la cortina dijo:

-¿Quiere ayuda?

Mi mirada basto para que Enza respondiera como le había dicho.

-No, mi esposo está en ello.

Podría sentir el rubor de la dependienta desde aquí ¿Pero a ella quien la mandaba a preguntar?

-Buena chica -le susurré al oído-ahora dile que saldrás en un momento.

Sus ojos inseguros decían que no podría en un momento.

-Salgo en un momento.

Listo.

Subí su vestido y vi las bragas negras que se había colocado. No tenían encaje pero lo empapado ya me compensaba. Ella volteo su cuerpo quedando frente a mí y tomando una cinta de otro vestido habló:

-Te dejare tocarme si te puedo tapar los ojos.

Mire sus labios, cómo serían los de otro lugar. Asentí. Ella prosiguió a vendarme los ojos. No podía ver nada pero mis demás sentidos estaban a mil. Le di la vuelta para tener un mejor acceso a sus puntos. Una de mis manos dejo caer la tela del vestido para acércame a bajar el ciper, este se trabo a mitad de camino, yo no esperaría más, lo rompí. Escuché una pequeña queja pero cuando le quite aquel estorbo y baje su sostén rozando sus pezones la queja fue reemplazada por un corto gemido.

Amase sus senos hasta sentirlos llenos, mientras agarraba uno y besaba su unión entre el cuello y hombro, baje la otra mano hacia su sur. Allí me encontré con el elástico de su braga, metiendo mis dedos por ella sentí su calor y su corto bello en aquella zona. Sus nervios iban un poco en aumento, a pesar de la neblina de deseo, seguía recordando su temor.

-Enza, debes relajarte, me gustas toda tú, nada de lo que pueda sentir ahí cambiará la atracción y el deseo que siento por tí. Siente como me tienes -volvi a acercar mi pelvis a su trasero, aquello pareció excitarla o relajarla lo suficiente.

Mi mano continuo con su recorrido y llegando a allí, moviendo mis dedos en círculos por su punto de placer, otro gemido se liberó de su garganta. Agarrando mi mano la acerco más aquella parte.

Lo quería más duro, lo tendría más duro.

Moví mis dedos con más presión, no la penetraría con ellos, por lo menos por ahora, lo primero que entraría ahí sería mi polla. Seguí moviendo y estimulando sus pechos con la otra mano. Lamiendo, mordiendo, chupando su cuello además del hombro.

Su entre pierna era tan húmedo y cálido. Se sentiría mejor estar dentro.

Sus gemidos habían sido controlados. Pero ya sentía que se vendría, dejé de estimular sus senos para con la otra romper sus bragas con un movimiento repetido en cada lado, eran tan humedas y agarrando las en mi mano libre se las entre en la boca. Eso parecía excitarla más, sus ojos algo llorosos por el placer me veían a través del espejo.

-Llama mi nombre Cerviatta.

Y se vino.

-¡Darío!

Lo escuché claro, a pesar de la ropa que intentaba tapar sus ruidos. Sus fluidos empapando toda mi mano.

-Buena esposa.

Había dado otro paso con mi hermosa mujer.









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Uuuuuffff que calor ¿No?

¿Que fue lo que más les gustó de este capítulo?

Lo tengo escrito desde hace una semana jajajaja. Pero no era día de actualización así que... Nada.

Espero les haya gustado alguito.

Y ya es el capítulo 10! Amo cuando llego al 10. Significa que no me he bloqueado en sí con la historia y me parece un éxito para celebrar! Déjenme globitos y confetis!!!🎊 🎉

Los quiero un montón! Por cierto ya son más de 1K por acá, muchas gracias. ✨ ❤️

Los del Caribe cuídense con esas lluvias. Tomen precauciones.

Besitos de fuego. 🔥💋

Cuídense.

Bye.✨🔥

Mía por contrato #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora