𝗣𝗥𝟬𝗕𝗟𝟯𝗠 𝗕𝟬𝗬 | ᶜʰᵃⁿᶜʰᵃⁿᵍ

10

Changbin salió corriendo desde el patio trasero, atravesando los pasillos de la escuela hasta llegar a la entrada, donde divisó desde lejos el auto rojo del señor Han con la pequeña figura de su amigo recargada en él.

—¡Jisung!—se permitió llamarlo antes de seguir corriendo hacia él.

Jisung, que lo había visto, sonrió ampliamente y agitó la mano con emoción.

Changbin avanzó en grandes zancadas, su mochila golpeando su espalda, hasta que se lanzó a los brazos de Jisung, quien apenas pudo recibirlo. El chico luchó por mantener el equilibrio, apoyándose en el coche.

—Dios mío, Changbin, me estás asfixiando—dijo Jisung, pero no es una broma.

Changbin finalmente se separó. —No exageres. Hacía mucho que no te veía.

Jisung sonrió y asintió. Luego, tomó las mejillas de Changbin, examinando su rostro. —¿Qué te pasó en la cara?

Changbin se apartó de las manos de su amigo con un gesto como si no le importara.—He tenido peleas peores. Este chico estaba molestando a un amigo, y él fue quien me tocó primero. Ahora tengo tres días de suspensión.— Changbin mostró el papel y se lo entregó a Jisung.

Jisung lo revisó.—Tus padres tienen que firmarlo—Changbin ya estaba caminando hacia la puerta del copiloto.—Debiste pensarlo dos veces.

Changbin rodó los ojos con una pequeña sonrisa.—Yo lo firmaré. ¿Acaso no me conoces, Jisung?— El pelinegro entró al coche, y Jisung también se sentó en el asiento del conductor.

—¿A dónde vamos?

—¿Podemos ir a comer pizza?—propuso Changbin.