A Christopher, el presidente de clase le toca lidiar con el chico nuevo quien es un chico problema que por dónde pasa problemas causa.
Y Bang no fue la excepción ¿Acaso el presidente se estaba enamorando del chico problema?
¡Changbin causaste un pr...
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Ocho punto cuatro, ¡Ocho punto cuatro!
Incluso Seo Changbin podría estar confundido, pero revisa el nombre escrito con su propia caligrafía.
—¡Saqué ocho! —Changbin señala su examen al otro chico, Hyunjin.
—Bueno, yo obtuve un siete, creo que no alcancé a copiarle bien a Felix —dice Hwang mirando su calificación—. Está bien.
—Tengo que contarle al presidente —Changbin comienza a guardar todo y a mover su pierna con impaciencia; no puede esperar para salir.
Christopher no había asistido, estaría ocupado en algo que Hyunjin mencionó como junta de consejo estudiantil, y por eso Felix tampoco estaba ahora. Al fin y al cabo, esta clase era solo para entregar las calificaciones, y Christopher y Felix no tenían ninguna razón para dudar de haber obtenido una calificación perfecta en inglés.
—Si no hay ninguna duda en sus calificaciones, chicos, pueden retirarse —dice la mujer con una sonrisa.
Changbin se levanta listo para correr mientras Hwang se levanta lentamente, casi sin querer hacerlo.
—¡Muévete rápido! —dice Changbin, quien está siendo muy cordial al esperarlo y no irse de prisa en busca del presidente.
—¡No puedo! —exclama Hyunjin mientras le sigue el paso—. Estoy cansado.
Changbin hace de todo. Lo empuja para que camine más rápido, lo lleva de la mano, lo que sea para que ese perezoso camine más.
—Estás exagerando, tú eres quien va demasiado rápido —Si, como sea, que siga quejándose, ya casi llegan a la oficina, donde dijo que era la dichosa junta.
Tan solo a unos metros de la oficina, Changbin logra ver la puerta abrirse, saliendo un par de personas, entre ellas el presidente. Es por eso que finalmente decide abandonar a Hyunjin y adelantarse.
—¡Presidente, mire esto! —Changbin casi gritó, levantando su examen con la calificación claramente visible—. ¡Ocho punto cuatro! —exclamó Changbin, sin poder contener su alegría.
