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-¡Mamá, por favor!-Changbin podría estar haciendo el berrinche más grande de su vida, y sí, está contando todos sus berrinches de pequeño, como aquel en el que a sus cinco años se tiró al suelo a rodar porque su padre no quería comprarle un peluch...

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-¡Mamá, por favor!-Changbin podría estar haciendo el berrinche más grande de su vida, y sí, está contando todos sus berrinches de pequeño, como aquel en el que a sus cinco años se tiró al suelo a rodar porque su padre no quería comprarle un peluche de Pokémon.


-Changbinnie, te lo dije, estás castigado -la mujer, aparentemente inmune a las súplicas de su hijo, estaba cómodamente pintando sus uñas.

-Es el primer evento en la escuela, es la bienvenida... por favor -Changbin decía con súplica, sus grandes ojos adorables mirando a su madre, quien los ignoraba.

-Changbin-la mujer finalmente alejó la vista de sus uñas, mirando a su hijo-. Llevas tres días pidiéndomelo, y la respuesta es la misma, no.

-Mamá, por favor, haré lo que sea. No dejes que me pierda mi primer evento en mi último año de bachillerato-Changbin nuevamente pestañeaba con su suplicante mirada.

-Te lo advertí, Changbin. Sabías que si te metías en problemas, terminarías castigado-la mujer cruzó los brazos, mirándolo fijamente.

-Pero mamá, no es justo. Todos mis amigos irán. ¿Qué voy a hacer aquí solo? -Changbin comenzó a caminar de un lado a otro, gesticulando dramáticamente.

-Quizás pensar en tus acciones y sus consecuencias te haga bien-respondió su madre, volviendo a concentrarse en sus uñas.

Changbin dejó escapar un gemido frustrado antes de dejarse caer en el sofá, mirando al techo. -¡Voy a morir de aburrimiento!-exclamó, golpeando suavemente el cojín.

-Estás exagerando-dijo su madre, tratando de no sonreír ante el drama de su hijo.

-¡No, no lo estoy!-Changbin se levantó de un salto -¡Mamá, por favor! ¿Qué tal si limpio mi habitación todas las semanas? -ofreció, mirando a su madre con una mezcla de esperanza y desesperación.

-Eso ya deberías hacerlo de todos modos -respondió ella con calma.

-Está bien, ¿y si lavo los platos? -propuso, cada vez más desesperado.

𝗣𝗥𝟬𝗕𝗟𝟯𝗠 𝗕𝟬𝗬 | ᶜʰᵃⁿᶜʰᵃⁿᵍDonde viven las historias. Descúbrelo ahora