𝐂𝐚𝐧'𝐭 𝐆𝐞𝐭 𝐘𝐨𝐮 𝐨𝐮𝐭 𝐨𝐟 𝐌𝐲 𝐇𝐞𝐚𝐝

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𝑷𝒓𝒐𝒕𝒂𝒈𝒐𝒏𝒊𝒔𝒕𝒂𝒔: 𝑮𝒆𝒐𝒓𝒈𝒆 𝒚 𝑳𝒆𝒐𝒏𝒊𝒆.

—George, te esperan para la entrevista con Sky Sports en la pista. Tienes que llevar puesto el traje de carreras, creo que quieren que des unas vueltas con un coche de rally o algo así.

El piloto de Mercedes se giró hacia Leah, la coordinadora de prensa del equipo. Era una mujer organizada y estricta, pero siempre había tenido una relación de madre e hijo con George, lo cual había ayudado mucho al chico durante los largos periodos que pasaba lejos de casa y de su familia por culpa de las carreras.

George asintió y se acercó a una de las estanterías de la pequeña habitación que tenía en el garaje para coger sus guantes y su casco. El traje ya lo tenía puesto, pues aún no se había cambiado después de terminar las prácticas.

—Vale, ¿puedes avisar de que voy en cinco minutos? Quería comentarle unas cosas a Toto antes de que se vaya a casa.

—Sin problema, pero date prisa. Sabes que no me gusta que llegues tarde a las entrevistas.

—Estoy ahí en un un segundo, prometido. Gracias, Lele. —El británico se acercó a darle un beso rápido en la mejilla a la mujer antes de salir de la habitación casi corriendo en dirección al muro de boxes, donde le habían dicho que Toto estaba hablando con los ingenieros.

Mientras pasaba a toda velocidad por el garaje, fue saludando a todos los mecánicos de Mercedes que estaban trabajando al máximo para poner su coche y el de Lewis a punto para la Quali del día siguiente. Las prácticas de esa mañana habían ido bien, pero a media tarde el chico había tenido problemas con la temperatura del motor, y el equipo aún no había dado con el problema, lo cual tenía un poco nerviosos a todos.

—George, ¿puedes venir a revisar unos datos para mañana? Creo que podemos mejorar tu salida de la curva 6 si...

—Si puedes darme un par de horas, Marcus, soy todo tuyo. Ahora tengo una entrevista y necesito hablar con Toto, pero nada más acabar con Sky Sports, vengo.

El ingeniero levantó el pulgar en señal de conformidad y se giró hacia las pantallas llenas de datos otras vez.

Cuando George llegó al pit lane vio al jefe de equipo de Mercedes charlando animadamente con Susie y una chica que le daba la espalda. Al acercarse más, se dio cuenta de que hablaban en alemán, por lo que no pudo distinguir sobre qué iba la conversación, pero Toto lo vio y se movió ligeramente para darle una amistosa palmada en la espalda al piloto.

—Hola, George. ¿Cómo estás? Toto me ha dicho que has tenido problemas con el motor —dijo la mayor de las mujeres.

George le sonrió a Susie y fue a responderle cuando la chica de antes se giró hacia él. El británico se quedó sin palabras durante unos segundos, observando a la preciosa morena que tenía delante. Alta, con ojos color miel y el cabello liso y de un marrón oscuro. Unos instantes después, escuchó la risa de Susie y Toto le dio un suave golpe en la cabeza.

—Cuidado con adónde miras, Russell. Ella es mi hija, Leonie.

El chico se ruborizó y la chica le regaló una hermosa sonrisa, extendiendo su mano hacia él.

—Encantada. No le hagas mucho caso a Torger, es bastante sobreprotector.

George cortocircuitó cuando envolvió la delicada mano de la joven en la suya, pero solo una palabra rondaba por su cabeza cuando la soltó.

—¿Torger?

Toda la familia Wolff se echó a reír y George se rio con ellos, contagiado por el ambiente distendido que se respiraba en el lugar.

𝑭𝑨𝑺𝑻 𝑳𝑨𝑷𝑺 || 𝐅𝐨𝐫𝐦𝐮𝐥𝐚 𝟏 𝐒𝐡𝐨𝐫𝐭 𝐒𝐭𝐨𝐫𝐢𝐞𝐬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora