୨୧【capítulo 16.1】୨୧

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El domingo por la mañana, los Park y Sunoo, habían tenido un agradable desayuno; era el cumpleaños de Chae, así que luego de felicitarla y entregarle sus regalos, habían cantado "Feliz Cumpleaños" y habían comido deliciosos postres que Mina había mandado a preparar. No había ninguna queja hasta el momento y todos esperaban que la cosa siguiera de ese modo, pasando un lindo día lleno de risas y deliciosa comida.

La cosa había marchado bastante bien en el transcurso del día, y para cuando cayó la noche, los adultos decidieron hacer un karaoke en la sala mientras Ni-ki dormía con Miki en la planta superior. Los adultos responsables habían decidido que embriagarse era una maravillosa idea, así que olvidaron todas sus responsabilidades y para media noche, mientras cantaban desastrosamente, sus cuerpos tambaleantes y voces atropelladas ya demostraban lo alcoholizados que estaban.

—¡Así no va la letra! —gritó Chae con molestia, cuando Hyejoo empezó a cantar.

—¡Es mi turno! ¿Por qué no puedo cantar cómo quiero...? —balbuceó la hermana menor de los Park, mientras la pista de fondo acompañaba la pequeña discusión de las chicas.

—Se están perdiendo la mejor parte —avisó Mina, antes de ponerse a cantar por su cuenta mientras Sunoo reía sin parar al lado de Sunghoon.

—Lo hacen fatal... —murmuró el alfa, reclinándose en el sofá, suspirando pesadamente y dándole vueltas a la copa que tenía entre sus dedos.

Sunoo lo codeó suavemente, sin borrar la sonrisa de su rostro.

—Déjalas terminar la canción —soltó el rubio con voz cantarina.

—Me están causando un dolor de cabeza —se quejó el más alto, buscando recostar su cabeza en el hombro de Sunoo de una manera bastante engreída.

Sunoo volvió a reír mientras hundía sus dedos en el cabello azabache de Sunghoon, acariciando las suaves hebras de una forma bastante adormecedora para el alfa.

—Te duele la cabeza por beber tanto —murmuró Sunoo, aplastando su esponjosa mejilla contra la cabeza de Sunghoon, sintiendo de repente cómo el aroma del alfa lo cubría deliciosamente.

—No lo creo...Me he moderado bastante —aseguró el pelinegro, deslizando su mano libre por la fina cintura del rubio para mantenerlo lo más cerca posible.

Sunoo logró estremecerse en medio de su estado de ebriedad, riendo torpemente ante la cercanía que tenía con aquel atractivo alfa.

—Apestas a vodka... ¿cómo es eso "moderarse"? —preguntó Sunoo, viendo cómo Sunghoon dejaba de apoyarse y empezaba a olisquearle el cabello.

—Estoy moderándome...Por cierto, hueles muy bien —halagó el mayor, hundiendo su nariz en el cabello del rubio mientras este se quedaba quieto, sintiendo unas profundas ganas de acurrucarse en el pecho del alfa.

—Huelo igual que siempre —murmuró.

—Bueno, siempre hueles bien —asintió Sunghoon, dando suaves caricias en la cintura del omega mientras empezaba a dormitar.

Sunoo por fin soltó otra risa e intentó alejar a Sunghoon, pero este simplemente se aferró sin querer separarse.

—Vamos, te estás quedando dormido...Es mejor que vayas a tu habitación —murmuró Sunoo; ambos estaban bastante ebrios, pero Sunoo aún parecía tener un sentido de la responsabilidad en alguna parte de su dulce ser.

—Sólo te obedeceré porque eres muy lindo...Y porque me asusta verte enojado.

Sunoo soltó una risa mientras ayudaba al alfa a levantarse, pero un leve mareo a causa del alcohol lo hizo tambalearse un poco. Sin embargo, eso no le impidió llevarse a Sunghoon a cuestas luego de despedirse, sin éxito, de las mujeres que cantaban ruidosamente en la sala.

"Miel y Limón en primavera" [AU Sunsun]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora