La pelirroja sonreía nerviosamente en dirección a su padre adoptivo, quien tenía lágrimas en sus ojos debido a como su pequeña lucía.
Para él su hija siempre iba a ser esa Milena pequeña y adorable que preguntaba todo y que siempre andaba dos trenzas.
—Te vez preciosa —espetó YooSik mientras se acercaba a su hija.
Milena sonrió y se acercó a él con la intención de abrazarlo, el mayor no esperó y abrazó con fuerza a la pelirroja.
Se mantuvieron un rato así, el silencio inundaba toda la habitación, pero no hacía falta decir palabras, pues los dos podían sentir ese amor que se tenían el uno por el otro.
—Te amo papá —dijo ella mientras lo abrazaba con más fuerza—. Puede que ahora tenga otro padre, pero tú siempre serás el número uno.
Aunque Eros fuera su padre biológico, YooSik era ese padre que siempre estaba ahí. YooSik la había cuidado durante diecinueve años. Acompaño a Milena en las buenas y en las malas, y la amó sin importar que no fuera su hija biológica.
—Eres lo más importante en mi vida, Mils —espetó el mayor mientras acariciaba levemente el cabello peinado de su hija—. Te deseo mucha suerte en tu matrimonio con él.
—Gracias, la necesitaré —bromeó mientras se separaba del abrazo del hombre.
Fue entonces que tocaron la puerta y avisaron que ya era la hora. Milena soltó un suspiro nervioso que YooSik notó, este tomó la mano de su hija y la incitó a que empezaran a caminar hacia la salida de la habitación.
Milena con cuidado de no ensuciar el vestido blanco, caminó hacia la salida de la habitación, y cuando llegaron a la entrada del salón donde la boda se realizaría, ella le susurró a su padre.
—Gracias por cuidarme todos estos años.
—Gracias a ti por ser tan buena hija.
La música empezó a sonar, las melodías que el violín soltaba eran majestuosas, y bueno, todo en el lugar lo era.
Habían dioses, semidioses y mortales, no eran muchas personas.
De parte de los divinos estaban Eros, Psique, Artemisa y Hestia.
De los de los mortales se encontraban familiares de YooSik, estaba Silena, Charles, Grover, Annabeth, Altair y el mismísimo Percy.
Entonces, ella observó a su prometido, quien usaba un bonito traje de dos piezas color negro, a su lado estaba Hermes, quien tenía una gran sonrisa en su rostro.
Al llegar con el novio, tanto Apolo como Milena se sonrieron levemente. Y entonces la ceremonia inició.
Ella no escuchó nada de lo que dijo el hombre que los estaba casando, simplemente se dedicó a observar a su prometido, quien de igual manera la estaba observando.
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𝐃𝐀𝐘𝐋𝐈𝐆𝐇𝐓|| 𝐏𝐄𝐑𝐂𝐘 𝐉𝐀𝐂𝐊𝐒𝐎𝐍 𝐔𝐍𝐈𝐕𝐄𝐑𝐒𝐄
FanfictionMilena Jeon no se esperaba casi ser asesinada por una mantícora y que gracias a ello encontró a su alma gemela, quien no era nadie más y nadie menos que Apolo, el dios del sol. No se permiten copias u adaptaciones