"¿Puedes dejar de molestar? No vez que estoy trabajando, solo eres un estorbo para mi vida, Midori, vete a jugar o con tu hermano, solo no me molestes más."
Esas palabras siempre se le quedarán grabas en la memoria, con cada día que intentaba llam...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Midori —–—————————————— Misión (part 2)
Llevamos caminando horas, ya está anocheciendo y la verdad, estoy a punto de matar al viejo ese que no se deja de quejar de que aún no llegábamos.
- Bien, estamos cerca de una residencia, ustedes tres compartirán cuarto, yo tendré un cuarto aparte, al igual que el señor feudal, ¿De acuerdo?
Los tres asentimos mientras seguíamos a nuestra sensei de camino a la residencia.
Todo estaba tranquilo, bastante tranquilo para mi gusto, en todo lo que vamos del camino no hubo ni una sola pelea, ni nada, ni algún intento de robo, lo cual es particularmente extraño, este camino es conocido por ser en los que más suceden ese tipo de cosas.
Eso me hace pensar, ¿por qué el señor feudal escogió este camino? Se supone que hay dos caminos para llegar a la tierra del fuego, ¿por qué de entre las dos, escogió la más peligrosa? Todo está muy extraño.
En ese momento llegamos a le residencia, para nuestra suerte aún tenían habitaciones disponibles, así que Miyaki sensei pidió tres habitaciones.
Nos entregó la llave de nuestra habitación y la de la habitación del señor feudal para que lo guiemos, ya que nuestra habitación estaba al lado de la de él.
Cosa completamente sin sentido para mi criterio, pero, ¿quién soy yo para juzgar?
Caminamos hasta nuestras habitaciones mientras escuchábamos al señor feudal quejarse, para nuestra suerte su habitación estaba más cerca que la nuestra, por lo cual apenas llegamos a su habitación le entregamos las llaves y nos fuimos directo a la nuestra, que estaba al lado.
- Ah, qué suerte que ya lo dejamos, no soportaba sus quejidos por mucho más tiempo. - Se quejó el Aburame.
- Créeme, te entiendo.
Yo por mi parte solo asentí, estaba demasiado cansada como para hablar, me dirigí al baño para poder cambiarme, llegué y me puse la pijama, al salir Nikko estaba detrás de la puerta esperando a que esté lista para el poder ponerse su pijama, lo dejé pasar y me fui directo a mi cama, no sé en cuánto tiempo pasó hasta que me quedé dormida.
***
Me había despertado a mitad de la noche. Yo creo que habrán pasado unas horas desde lo que me había dormido, no sé ni por qué me desperté. No suele pasarme eso nunca.
Me paré de mi cama y me fui a caminar un poco fuera de la habitación, al salir al pasillo caminé un poco para llegar a la ventana y poder ver las estrellas, siempre me gustaron, siempre están presentes, pero nunca nadie las nota a la luz del sol, nadie nunca logra admirar su belleza por completo. Me encantaría ser una de ellas, o una nube, igual me gustan, pero no tanto como la estrellas.
