<< A veces la segunda oportunidad te la tienes que dar a ti mismo, no a otra persona >>
Albert Einstein- Amelia... - La rubia clavó su mirada en la suya, casi rogando que la dejase marchar porque no quería seguir sufriendo.
- No quiero que te rindas - Pidió Amelia, sintiendo que sus palabras eran su último aliento en aquel instante.
- ¿De verdad? - Amelia asintió repetidas veces con la cabeza el nerviosismo era palpable.
- Por favor no te vayas Luisi - Rogó notando como sus ojos se empañaban.
- ¿Estoy soñando? - Preguntó la rubia, sin terminar de creerlo, sentía una gran contradicción con todo lo sucedido aquel día.
- No Luisita, no estás soñando - Se acercó a ella y besó su frente de manera pausada y cálida, haciendo que la rubia cerrase sus ojos y disfrutase el contacto. - ¿Vienes? - Preguntó señalando la puerta de su casa y bajando la mano por su brazo hasta entrelazar sus dedos.
Luisita estaba llena de desconcierto. Amelia la esperaba, acariciaba sus dedos con delicadeza y ternura y la rubia no podía ni moverse.
- ¿Has leído el cuaderno? - Repitió Luisita que aún no lo creía.
- Una parte de él, y aunque te dije que no serviría de nada la verdad es que he comprendido que no me había parado a pensar en cómo te has sentido tú - Encogió sus hombros - Estaba tan centrada en mi dolor que no entendía que tú podrías sentir lo mismo - Bajó la cabeza - Lo siento, sé que este tiempo no he sido precisamente amable contigo, me he comportado de manera incomprensible y no me siento orgullosa de ello.
- Creo que las dos tenemos mucho que procesar - Amelia asentía - Pero Amelia, que ahora me entiendas no quiere decir que confíes en mí - Era algo que las dos sabían.
- Supongo que hay cosas que son cuestión de tiempo - La rubia asentía - Pero entenderte me acerca un poco más a ti, no te alejes ahora por favor.
- Nunca he querido alejarme de ti, no sé hacerme la dura contigo Amelia, es imposible - Admitió y la morena sonrió más relajada.
- ¿Duermes conmigo? - Pidió la cantante - Por favor, puedes cambiar el peluche por la persona que te lo regaló - Tiró suavemente de su mano pero Luisita no se movía, aunque no podía evitar sonreír al escuchar lo último.
- Llevo tanto tiempo esperando este momento que no me creo que vaya a decir esto, pero no voy a dormir contigo.
- ¿No? - Amelia abrió los ojos como platos.
- No Amelia, he esperado mucho para que pudieras entenderme, y creo que las cosas no se pueden arreglar así.
- ¿Así? - Amelia arqueó una ceja.
- Sabes tan bien como yo que si entro en tu casa lo último que vamos a hacer es hablar, y es lo que necesitamos ahora - La morena movió la cabeza con duda, aunque sabía perfectamente a lo que se refería. - No quiere decir que no te desee, obviamente lo hago, me muero por ti - La morena se sonrojó al escucharla y su interior tembló.
- Ahora es cuando viene el pero - Amelia cruzó sus brazos, le había costado mucho dar el paso de pedirle a Luisita perdón y esperaba otro resultado para su disculpa.
- Las cosas no se arreglan en la cama Amelia - La morena fue a decir algo y Luisita puso un dedo sobre sus labios - Ni en el sofá, ni en el baño, por si ibas a sugerir esto - La cantante sintió sus mejillas enrojecerse aún más.
- Pero yo no quiero que te vayas, podemos solo dormir juntas, necesito abrazarte - Pidió.
- Sabes que no podríamos hacer eso, nuestros cuerpos tienen vida propia cuando están cerca - Amelia terminó asintiendo, ambas sabían que las palabras de la compositora eran ciertas - Esta misma mañana me estabas pidiendo que me rindiera, entiende que yo también tengo que asimilar este cambio de actitud.
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Escríbeme una canción
FanfictionAmelia Ledesma, la vocalista de un grupo musical famoso se ve envuelta en una caída de ventas, la manera de solucionarlo por parte de su manager no es otra que hacer un dúo con Pepa Miranda, esa cantante que tanto odia y con la que, encima tendrá qu...