Gojo x Utahime - PÉTALOS

El pasado siempre vuelve 💨

Capítulo 9

Utahime

Naoya estaba parado cerca de las gradas llevaba puesto un suéter verde Olivo, su cabello era güero cenizo y de facciones simplemente era común, no tenía idea de qué estaba haciendo aquí, el recuerdo inédito de Gojo molesto en su auto vino a mi mente.

-Utahime, por aquí.- Movia su mano, al momento de saludarnos sentí una punzada de nervios de que Gojo viera algo como esto, ¿Se sentirá como yo con aquella rubia?

-Naoya, gracias por la invitación.. la verdad.- En ese segundo sonó el pitido del inicio del partido y me guió con su mano sobre la mía hacia nuestros asientos.

Una vez viendo el juego no pude evitar considerar el levantarme e irme rápidamente.Naoya brincaba y gritaba mientras su equipo iba perdiendo. Haciendo berrinche.

Hablamos poco para ser sinceros, en el medio tiempo se sentó y sujetó mi rodilla.

-Muchas gracias por venir, de verdad me encanta este juego, ¿Cual te gusta a ti?.-

-El baseball.- Sorbi de mi refresco y solo esperaba para que se acabara esto, no había señales de Gojo en lo mínimo.

-Mhmm ese juego me parece de lo más aburrido, pero que bueno que veniste.- Sono de nuevo el pitido que evitó que coraje escalara rápidamente, seguro que yo era la única persona sentada.

Espere.

Al momento de salir Naoya estaba frenético por la pérdida de su equipo.

-¿Quieres que vayamos por algo de tomar?.-

-La verdad es que.. Naoya no creo que tengamos mucho en común, ha decir verdad creo que no deberíamos de vernos más.- Me miro con su dura expresión, estaba molesto.

-Pero pensé que la habías pasado bien..- Lentamente me sujetó por el antebrazo, con sus ojos clavados en los míos, esa miel se había transformado en lava.

-Asi es... pero ahora...-

-¿Ahora conociste a alguien más?.- Su pregunta fue tajante, la gente se dispersaba y quedamos el y yo en todo el hangar.

-Eso no es de tu incumbencia, suéltame.-

-Ahhhh! claro que lo es.- Me atrajo a él besándome por la fuerza quería quitarlo pero estaba sobre mi, levante la rodilla dando un fuerte golpe por la mitad de su entre pierna, corrí rápido hasta subir a un taxi.

Comencé a llorar, maldita noche...

Llegue a mi apartamento y solo atiné a bañarme rápidamente, descubrí que tenía un pequeño derrame en la boca, un ligero moretón se me dejaba ver en el labio.

-AGHH! Maldito Naoya.-

No quería saber del mundo, tenía dos mil llamadas perdidas de Naoya y cientos de textos disculpándose.

Estaba tan molesta con Gojo, maldito san Valentín todo estaba saliendo mal desde ese momento, si tan solo hubiera hecho lo que Geto nos pidió y ya.

Lloraba con melancolía, miraba a Satoru en línea pero no me hablaba, estaba molesta de verdad, él tenía razón de estar irritado pero yo no había hecho nada malo ¿O si?

Decidí que era buen momento para salir a dar un pase nocturno al parque, distrairia mi mente.

Caminando y dejando que el aire me rozara las meguillas contemplaba el azul de las 8 de la noche rodearme.

-Vaya que día...- Suspire para mis adentros, la gente caminaba con sus mascotas, sonreía en grupos y yo solo iba arrastrando los pies.

En ese momento un bello golden retriver corrió hacia mi, ubicaba a este perro perfectamente, era la mascota más linda del mundo.