Gojo x Utahime - PÉTALOS

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-Ódiame o ámame, ambas están a mi favor. Si me amas, siempre estaré en tu corazón. Si me odias, siempre estaré en tu mente. –William Shakespeare.

Utahime

Me mire frente al espejo justo 30 minutos antes de que llegara por mi, la verdad no tenia muy claro como es que estaba involucrada en esto, de pensarlo mejor no hubiera aceptado pero aquí estaba, todo fuera por Shoko.

Retoque mi labial rojo, mire mi maquillaje y por un segundo me di cuenta de que Gojo jamás me había visto con este tipo de ropa, no desde la preparatoria.

La cara se me puso roja, ya que un recuerdo muy antiguo había venido a mi mente, involucraba Gojo y yo en un armario un san Valentín. Reí por lo bajo pues claro había sido algo comprometedor.

Tome mi bolso y justo en ese momento sonó el timbre, dije para mis adentros -Esto es por Shoko- suspire un momento y gire la manija.

Ahí estaba recargado sobre la pared con ese típico semblante despreocupado, llevaba una camisa entre abierta azul con las mangas remangadas, unos lentes cuadros azul profundo y el blanco cabello relamido en ciertas partes, unos holgados pantalones negros, las manos en los bolsillos y esa cara que no puedes ignorar.

Su típico olor a lluvia y pino llego a mi.

-Uathime.- Mi nombre en su boca se deslizaba como mantequilla en sus labios, me irritaba tanto, caminamos hacia el elevador, entrando en el, quedando de lado.

-¿Si?.- Pregunte con cautela, mientras enredaba un mechón de cabello entre mis dedos, el se miraba tranquilo pero no se podía confiar.

-No sabia que tenías ropa así.- Me miro de pies a abajo, poco a poco sentí como mi ropa era analizada. La electricidad de sus palabras comenzó a subirme por el cuerpo.

-¡Cállate! ¿Qué crees que uso en mis citas?.- Mi cara se coloreo de rojo y por fin salíamos de mi edificio en dirección a la tienda de pasteles. Di grandes zancadas.

-¿Tu tienes citas?... Jaja pobres hombres.-

-Quisieras, ya vámonos que llegaremos tarde.- La pastelería cerraba a las 4 pm y eran ya las 3 pm, ademas no planeaba pasar más tiempo con este cretino.

-Si,si quisiera.- Sólo voltee los ojos y subí en su auto.

Dentro del lujoso carro, su olor era tan tan deli... terrible, el cómo terminé en esta situación. Me miro, lentamente moviéndose con cautela y sonriendo, sabia que me tenía y yo solo deseaba bajarme.

-Hermosa, créeme que no me la estoy pasando mejor que tú, si no fuera por Geto no estaría haciendo nada de esto, así que tratemos de llevarnos bien el día de hoy.- Su ojos, esos ojos cautivadores se dejaban ver, el motor sono y la música inundó el espacio.

Nos desplazamos hasta la pastelería favorita de Shoko, lo cierto es que también me gustaban los pasteles de ese lugar. Nanami siempre me compraba uno individual por mi cumpleaños.

Al bajarnos sólo pude recordar "Hermosa" era la segunda vez que esa palabra salía de su boca hacia mi.¿Por qué estaba pensando en esto? Satoru era un dolor de cabeza, mi dolor de cabeza.

-Utahime, anda escógamos el pastel, todavía tenemos que ir por las flores, la pulsera y decorar.- Extendió su grande brazo abriendo la puerta del local y dejándome entrar.

-Ya se, Gojo, entro rápido.- Me di prisa en seleccionar el pastel mientras el alto de 2 metros se recargaba en la barra viendo los postres.

-Wow, todo se ve delicioso,¿Te sigue gustando el mismo que antes?.- Mis ojos se abrieron de par en par y solo atiné a mover la cabeza de arriba a abajo.