Caged Moon [Quackity x McTrio]

Mañana

Días habían pasado, para ser exactos, más que simples días, unas semanas. Alexis se aisló un poco de sus obligaciones desapareciéndose de internet unos días pero luego volviendo. Había comenzado a bajar de peso, estaba muy débil, le daba fiebre y se cansaba más de lo normal. No había querido hablar del tema con nadie, absolutamente nadie. Tenía miedo por que lo trataran distinto por estar enfermo y lo peor es que se le iba notando que no estaba nada bien.

Recordaba como hace pocos días había entrado en un ataque de pánico por el miedo que le dió cuando notó que su cuerpo estaba cambiando notablemente. Ese día había corrido a tomar su celular, buscó los síntomas y al ver que eran los mismos que los que estaba teniendo lloró durante horas. Sentía que se le había caído el mundo.

Las conversaciones por teléfono con Mariana, Roier y Aldo era cosa de casi todos los días. Querían mantenerse unidos a pesar de estar lejos. Amaba escucharlos reír y bromear entre ellos mientras él trabajaba en uno de sus monitores teniéndolos a ellos en otro monitor haciendo de las suyas.

Hoy era otro de esos días. Alex se sentó en su estudio a seguir con uno de sus proyectos en silencio, mismo silencio que fue interrumpido por la llamada repentina de uno de sus novios. Abrió la cámara en uno de sus monitores para responder la llamada allí y no tener que estar con el celular apoyado de algún lugar nada estable. Al ver la sonrisa de aquel moreno no pudo no sonreír, notaba que estaba en la casa de Mariana y que el ángulo era el mismo que el alto de lentes usaba en sus directos. Asumió que estaba junto a este pasando el rato.

"Hola, miii amorrrr." Dijo el moreno acercando la cámara para simular darle besos.

"Ay,hola,hola." Sonreía el pelinegro. "¿A qué se debe esta llamada?" Preguntó mientras seguía trabajando en su otro monitor mirando este.

"¿No puedo llamar a mi novia?" Una carcajada salió de su garganta al verlo mirarle mal por ese pronombre femenino que le dió a propósito. "Ya,ya,relájese,wey. Te llamé porque me hacías falta,al chile. Osvaldo nos invitó a quedarnos y haces falta." Le sonrió.

Alex sonrió enternecido por sus palabras y suspiró un poco. "También me hacen falta." Murmuró con cariño para callar cuando escuchó la puerta del otro lado abriéndose y llamando la atención de Roier.

"¿Qué andas haciendo,cabrón? ¿No vez que estamos compartiendo?" Exclamó Mariana molesto pues él y Aldo estaban en la sala mientras Roier estaba en su estudio encerrado. "¿Qué mamada estás haciendo?" Preguntó para acercarse. "¿Con qué pendejo estás hablado?" Al ver la cara de Alex con la ceja alzada y la de Roier aguantándose la risa soltó un jadeo de sorpresa dándose cuenta de que le dijo pendejo a su propio novio. "Hola,papi,¿cómo estás?" Dijo con el tono más meloso que había escuchado en su vida sacándole carcajadas a ambos de sus novios.