Bajo la luz de la luna

Mi desición como Levi Ackerman

Levi

-¿Familia?.

-Así es, como vez, yo ya no tengo más tiempo, pero tu tienes toda una vida por delante.

Mi cabeza comienza a llenarse de tantas ideas, todas con la firme intención de ayudar a Kenny, ser el novio digno que merece Hange y que le pueda ofrecer el mundo si ella así lo pide, vivir sin las carencias que tuve desde siempre, las personas no volverían a verme con horror.

-Piensalo Levi, pero no tardes, cada día que pasa es una oportunidad que debemos aprovechar.

Levanto la mirada hacia mi abuelo, su rostro es serio, ¿de verdad esta arrepentido?.

-Lamento que mi visita sea corta, tengo que irme, pensare seriamente en tus propuestas, algo que quiero dejarte en claro, no vuelvas a mencionarme sin antes consultarme porfavor.

-Asi será Levi, por cierto, mi chofer te llevara a donde tu le digas, no rechaces esto, lo hago por tu seguridad, ya es muy noche.

Asintiendo con la cabeza, me retiro, al salir de la habitación, apenas cierro la puerta, un escalofrio me recorre el cuerpo y me obliga a detenerme, dirijo mi mirada hacia el lado opuesto a la entrada, para mi sorpresa, a lo lejos me observa aquella chica pelinaranja.

Sonriendo camina hacia mi, hoy luce algo informal pero elegante, al estar solo a unos pasos de mi, me saluda.

-Hola Levi, es un gusto volver a verte.

-Buenas noches.

La torpeza, mi compañera fiel, me impide formular más de dos palabras con ella, los nervios que surgen cada vez que trato de interactuar con los demás, sobre todo con las mujeres, se hacen evidentes.

-Me da gusto que vinieras a visitar a Gerald, sabes algo, el se ve mucho mejor desde que supo de tu existencia, pero, ¿ya te irás?, tu visita fue muy corta.

-Ya es tarde.

Hablo casi tan bajo, que temo que no me halla escuchado, mi rostro comienza a arder y al parecer esta chica lo nota pues su sonrisa crece.

-Levi, espero conocerte mejor, debes saber que puedes contar conmigo para lo que necesites, toma.

Extiende hacia mi una tarjeta, algo inseguro la tomo y me despido.

-Tengo que irme, adios.

-¡Espero verte pronto Levi!.

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Petra Ral

Veo como con gran torpeza, Levi sale casi corriendo de la mansión, me es gracioso su manera tan torpe de actuar.

Ahora puedo confirmar las palabras del viejo, es un niño tonto e ignorante, aun que, sin esa horrible cicatriz, tal vez y hasta me lo cogería. Seguro tambien es virgen, que mujer querría estar con alguien como el, viviendo practicamente en la calle.

-Pero no te preocupes Levi, yo te voy a educar, y cuando sea el momento, serás mio, y no solo eso, tu fortuna tambien.

La sonrisa que brotó de Petra era facilmente  comparada con la del huasón. Ahí en medio del pasillo se quedo de pie una mujer feliz, feliz por creer que todo saldría tal cual lo imagino en su mente, que todo saldría como siempre ha sido todo a lo largo de sus veintidos años, fácil.

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Levi

Salgo casi corriendo de ahí, por poco tropiezo en la entrada cuando veo estacionarse frente a mi una enorme camioneta color negro con vidrios polarizados, de este vehiculo desciende el chofer.