Capítulo 4 -Shin-

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Bakugo abre los ojos acostado sobre su cama al escuchar el sonido de su alarma. Se queda pensativo viendo al techo mientras se despabila y se tapa el rostro sonriendo al darse cuenta de que "su amigo" está muy activo. Se voltea a tomar su celular y le escribe a Dani:

—Hola, pelirroja, ¿ya despertaste?—

Ella todavía estaba dormida, así que no contestaba.

Diez minutos después de que Bakugo le envió el mensaje, suena la alarma de Dani. Es un ridículo despertador de gato que suena con un maullido: meeew, mewww, meeew, y va subiendo de intensidad si no lo paran.

Ella se encabrona y lo apaga de un golpe. Se sienta a la orilla de la cama con los cabellos alborotados y ve la luz de la pantalla encendida en señal de que había un mensaje no leído. Lo agarra todavía con los ojos entrecerrados, desbloquea su celular y la luz brillante la hace entrecerrar más los ojos.

—Hola, pelirroja, ¿ya despertaste?—

Ella se despabila estirándose con un grito apretado:

—¡Kiiiiiiaaaaaaaa!—

Y sonríe acostándose de nuevo, mordiéndose el labio inferior, sosteniendo el celular con los brazos extendidos, muy feliz. De repente, el celular le resbala y cae sobre su cara.

—¡Holaaaaa!—

Vibra su celular y le llega otro mensaje de Bakugo, ya desesperado. Ella le contesta rápidamente y le dice:

—Hola, en eso estoy—

Él está terminando de desayunar y se levanta de la mesa leyendo el celular.

Su mamá lo mira de reojo al notar su cara diferente...

—¿Más contento? ¿Y por la mañana?...—

El celular de Bakugo vibra y su mamá le mete un codazo en la cabeza, sacándolo de su nube rosada con Dani.

—¡Ya te he dicho que no me gusta que uses el celular en la mesa!—

—¡Qué te pasa! ¡Bruja!—

Le cae un coscorrón seco en la cabeza.

—¡No me hables de esa manera!—

Bakugo se levanta todo encabronado de la mesa y se va a lavar los dientes rezongando y murmurando con el celular en la mano.

—No deberías tratarlo así —le dice su esposo mientras ve las noticias en su celular. Ella lo ignora, viendo a su hijo con ternura porque no soltó el celular para nada y se subió viéndolo, y luego le contesta a su esposo—: Él no es de andar tan temprano con el teléfono.

—¿Nos encontramos? —le escribe Bakugo a Dani.

—Está bien —responde ella.

Bakugo se lava los dientes, toma su mochila y sale de su casa.

A los 15 minutos ya está en la esquina de la casa de Dani.

—Ya estoy aquí —le escribe.

Ella se levanta corriendo de la mesa, con un pan en la boca, agarra su mochila y sale de la casa arreglándose el uniforme mientras camina rápido, tragándose el pan antes de llegar a la esquina. Al verlo ahí, le sonríe y levanta la mano saludándolo de lejos mientras avanza.

—¡Ya llegué!—

Bakugo se acerca a su cara y le da una lamida en la comisura de la boca, tomándola por sorpresa.

—Tenías pan —le dice.

Ella se pone roja y se limpia toda apenada.

—Es que se me hizo tarde —responde.

My Hero Academia: Y todo por un mensaje | Parte 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora