Tuve una semana libre después del debut, durante la cual todas mis pertenencias fueron movidas del departamento de Demetria, al pent-house de Neptune en la calle central, me había prometido acondicionar todo para hacer mi vida más cómoda en ese lugar, pero yo me encontraba aterrada.
Me había preguntado si quería notificar a mi familia, pero me pareció un disparate ¿cómo podía explicarles algo así? Ya estaban acostumbrados a mi constante silencio y mis desapariciones durante meses; estarían mejor así.
El día que debía mudarme con Neptune tomé valor y me dirigí primero al edificio donde había ocurrido mi subasta, la noticia de su demolición había sido polémica, y muchas personas habían protestado que era parte de "la historia y la cultura del Capitolio", a pesar de todo esto, Neptune había cumplido su promesa y ni siquiera había dejado a los anteriores gerentes vaciar el edificio de mobiliario y demás pertenencias antes de comenzar el trabajo.
Y ahora yo estaba ahí, envuelta en mi chaqueta de piel mientras observaba las excavadoras sacar más y más material marmóreo de ese lugar espantoso. Las esculturas malhechas estaban tiradas en una esquina, reposando para siempre en pedazos; una punzada de culpabilidad me hizo preguntarme en donde trabajarían las edecanes ahora.
- Encontrarán otro lugar ¿sabes? – la hosca voz de Gloss me sacó de mis ensoñaciones, al igual que yo, miraba la destrucción atentamente – simplemente buscarán otro edificio fuera de jurisdicción... o Fodille les dará uno. Seguirán subastando tributos.
Me encogí de hombros; no era tan ingenua para pensar que eso resolvería el problema, lo que quería era venganza en contra de ese lugar que me traía tantos malos recuerdos.
- Cashmere me envía – explicó, dándose cuenta de mi expresión cautelosa – quiere que te diga que cometiste un gran error.
Me giré lentamente para mirar su expresión seria; su perfil no era tan perfecto como el de su hermana, pero sus rasgos fuertes lo hacían definitivamente intimidante. Me di cuenta de que realmente había hablado muy poco con él hasta ese momento.
- ¿Con Neptune? Es mil veces mejor que Seneca...
- No se trata de la persona – me dirigió su mirada por primera vez – con Seneca habría sido solo una vez cada que pagara, pero ahora Highbottom es tu dueño legal; eres poco más que una mascota.
- No estoy segura de que me gustara más la otra opción.
Ahora fue él quien se encogió de hombros.
- Yo siempre preferí ser un prostituto que una mascota – me giré hacia él como un rayo, supongo que era lógico que también lo hubieran vendido como a Cashmere y a Finnick, sé que a mucha gente del Capitolio podría resultarle atractivo - ¿sabes por qué no pudo venir Cashmere en persona a verte?
Negué con la cabeza expectante, Cashmere era lo más cercano a una amiga que tenía en el Capitolio, nuestras charlas y salidas podían parecer mundanas, pero después de algunas copas siempre terminábamos diciéndonos cosas que no habríamos dicho en voz alta frente a otras personas; a sabiendas que una vez sobrias fingiríamos de nuevo que solo éramos el par de princesas mimadas favorito del Capitolio. Y últimamente no le había dedicado ni un pensamiento en un buen rato.
- Acaban de comprarla, justo como a ti – mi boca se abrió del asombro.
- ¿Pero quién...?
- Collic Silverdrop – arrugué la nariz, ese anciano era tan desagradable, déspota y acostumbrado a tener lo que quería cuando lo quería. Cashmere no pudo caer en peores manos – no le permite salir, a menos que sea con él; debe estar maquillada y arreglada todo el tiempo que esté en casa... entre otras demandas que te imaginarás.
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EL TRIBUTO| Los Juegos Del Hambre (TERMINADA)
FanficTodos los vencedores tienen secretos, y los míos quizá son los peores. Gané mis Juegos, enamoré a Finnick Odair, me convertí en el tributo favorito de Panem ¿pero a qué costo? ¿Qué queda realmente de Nerea Dhassei, esa chica que amaba el mar, que s...