CAPÍTULO 8

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Debo admitir que cada uno está poniendo de su parte: Cashmere es un éxito con su llanto fingido, Gloss habla de cómo todos en el Capitolio son su familia, Beetee cuestiona la legalidad de los juegos y yo estoy muriéndome sin saber qué puedo aportar a esto sin parecer demasiado atrevida para con Snow.

Aún no me decido cuando anuncian mi nombre y escucho el rugido del público, es gracioso como cada vez que veo a Caesar su sonrisa se vuelve más y más inquietante, quizá porque ya sé todo lo que esconde.

- Claramente no son las típicas entrevistas ¿me equivoco, Nerea?

- Bueno es que, la primera vez que vine aquí estaba frente a un montón de extraños – digo mirando al público – ahora estoy viendo a mis vecinos, a mis amigos ¡Oh ella me hace las uñas! ¡Hola Isadora!

Agradezco haberme aprendido su nombre la última vez que salí a una tarde de spa con Enobaria, porque la mujer con la enorme cabellera esponjosa color rosa rompe a llorar cuando la saludo desde el escenario.

- Oh, pero no todo es malo, has tenido tiempo de reconectar con viejos amigos ¿no es verdad? – se apresura Caesar, sintiendo que la situación se le puede salir de control. No pienso ayudarle.

- Es verdad Caesar en realidad estoy encantada de verlos de nuevo... - se me quiebra la voz – aunque sea una vez más.

Finjo una sonrisa triste y puedo notar que muchas personas se afligen, lo cual va perfecto con mi plan.

- Y es que Nerea no es cualquier tributo... creo que todos quedamos terriblemente decepcionados cuando no llegó a materializarse tu boda con el magnate Neptune Highbottom.

El público aplaude ante la mención de Neptune y me quedo de piedra un momento, buscándolo entre la multitud. Una parte de mí quería que estuviese por aquí, para verlo, aunque sea una vez más; pero es una tontería, yo misma lo despaché la última vez que lo vi.

- Creo que su relación fue todo un misterio, Nerea, pero todos estuvimos muy felices por ustedes ¡parecían hechos el uno para el otro!

Me limito a sonreír, sin ser capaz de decir ni una palabra, pero Ceasar no puede dejar ir este tema:

- Bueno, en nombre de nuestra amistad, ¿puedes decirnos algo? ¿Cómo es él en realidad? ¡Todos queremos saberlo! ¿No es verdad? – el público ruge entusiasmado y me veo en apuros.

- Él... no – no quiero decir nada. Pensando en Neptune, en que no le gustaría que lo pusiera a la vista de todos, pero también en Finnick.

Puedo usar esta oportunidad para decirles que estoy enamoradísima de Neptune, que no puedo con la idea de que tendrá que ver como me despedazan en televisión, que si hacen que paren estos Juegos me encargaré de que todos en el Capitolio reciban unos calcetines conmemorativos con el rostro perfecto de Neptune, que es injusto que hayan interrumpido nuestra historia de amor...

Pero entonces me doy cuenta de que quizá él esté viendo esta entrevista en casa "nuestra" casa. Con la mandíbula tensa mientras dice a Chrystal que lo deje solo un momento, mientras tiene El Gran Gatsby asido en la mano. O quizá no. Quizá ahora me odie y no quiera escuchar nada de mí nunca más... pero ¿y si termina viendo esta entrevista? Estas serían las últimas palabras que escucharía de mí. Lo último que podría decirle al hombre que me salvó tantas veces y nunca me pidió nada a cambio.

- Él no es nada de lo que te esperas – atino a decir, con la mirada perdida. Ni siquiera estoy cuidando mi ángulo en las cámaras – es verdad que es algo serio, y siempre tiene esta aura de misterio. Sí, incluso para mí es misterioso en ocasiones.

EL TRIBUTO| Los Juegos Del Hambre (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora