Parte 10: un ligero accidente

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Un día, Mackenzie y Christine fueron a hacer una comida junto con otros adultos y niños en el parque. Mackenzie estaba haciendo junto con otros chicos las salchichas, mientras Christine jugaba con Nico y otros niños al criket, aunque no se les daba muy bien.

Christine: Vaya, volví a fallar el tiro.

Nico: No importa, de todas maneras no lancé muy bien la pelota.

Rusty y Jack, que estaban dejando descansar las salchichas, les vieron jugar y fueron hacia ellos.

Rusty: ¿Queréis aprender a jugar bien?

Los niños: Sí, quisiéramos.

Jack: Tranquilos, nosotros podemos enseñaros.

Jack cogió la pelota y les demostró cómo debía lanzarla.

Jack: Mirad, tenéis que apuntar hacia donde queréis tirarla, calculáis la fuerza, os ponéis en una buena pose y, finalmente, la lanzáis.

Dijo a la vez que lanzaba la pelota hacia Christine, que siguió sin poder darla.

Christine: Jo, he fallado otra vez.

Jack: No pasa nada, Christine. Con un poco de práctica, seguro que lo consigues.

Rusty: *empujando un poco a Jack* Aparta, lo que pasa es que tú no sabes lanzar. No sé cómo no te da vergüenza, Jack.

Jack: Y lo dice el que estuvo bailando sobre una mesa.

Rusty: *con una mirada iracunda* No vuelvas a recordarme eso. *se dirige a los niños* Muy bien, niños, os enseñaré cómo se lanza de verdad.

Rusty cogió una buena posición, calculó bien la fuerza y la distancia y, con todas sus fuerzas, lanzó la pelota, con tan mala suerte que le dio a Christine en el pie.

Christine: ¡AU! ¡DUELE! 

Rusty: Ahí va, perdóname.

Mackenzie lo había escuchado todo desde la otra zona del parque y corrió hacia su hija para ayudarla.

Mackenzie: ¿Que te pasa, hija? *se agacha para ayudarla*

Christine: Papi, me duele el tobillo. 

Dijo llorando un poco.

Mackenzie: ¿Te duele mucho?

Christine: Bastante.

Mackenzie ayuda a levantarse a Christine y la sienta en un banco.

Rusty: *nervioso* Creo que excedí un pelín la fuerza.

Mackenzie le dio un tortazo a Rusty y este se lleva la mano a la mejilla dolorida.

Mackenzie: Eso, por hacer daño a mi hija.

Rusty: Perdón, no lo volveré a hacer.

Christine: Tranquilo, Rusty, te perdono.

Mackenzie: *acaricia la cabeza de Cristine* Bueno, vamos a comer, cariño.

Los dos se fueron a comer junto con Rusty y el resto de los niños. El resto del día transcurrió con normalidad.


Ella no está en este mundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora