Han pasado los años, Christine ya es una adolescente de 12 años de edad. Su padre quiso hacerla una fiesta especial por su doceavo cumpleaños.
Mackenzie se levantó más temprano que de costumbre y fue a la habitación de su hija. Antes de despertarla, se paró a verla un momento.
Mente de Mackenzie: No puedo creer lo rápido que has crecido, hija.
Después de pensar eso, la sacudió un poco para despertarla. La niña se despertó poco a poco y vio a su padre tratando de despertarla.
Christine: Hola, papá. *bostezando*
Mackenzie: Hola, hija. Felices 12 años.
Christine: Ah, es verdad, hoy es mi cumpleaños. Gracias, papá.
Mackenzie: De nada, hija.
Dijo Mackenzie, y los dos se dieron un abrazo.
Mackenzie: Venga, vamos a la cocina, tienes el desayuno en la mesa.
Christine: Vale, papá.
Dijo para luego salir de la cama en dirección a la cocina.
Mente de Mackenzie: Ojalá la viera crecer su madre.
Pensó Mackenzie. Luego bajó a la cocina y fue a desayunar con Christine. Mackenzie estaba bastante contento, pues tenía una sorpresa preparada para Christine, pero tenía que tener cuidado de que no se enterara hasta que fuera necesario. Por eso llamo a su padre y a su suegro, Bandit, para que la distrajeran mientras preparaba todo junto al resto de invitados.
Un rato después, el timbre de la entrada suena.
Christine: ¡Voy yo!
Christine abre la puerta y se encuentra con sus abuelos.
Padre de Mackenzie: ¡Hola, Christine! ¡Feliz cumpleaños!
Bandit: ¿Cómo está mi nietecita?
Christine: Abuelo Bandit, por favor, tengo 12 años, ya soy un poco mayor para que me llames asi.
Bandit: Bueno, tranquila. Veníamos para preguntarte, ¿quieres pasar la mañana con nosotros?
Christine: ¿Con ustedes dos? ¿Por qué no?
Padre de Mackenzie: Ya verás que bien lo vamos a pasar. No te arrepentirás.
Christine se preparó para irse con sus abuelos y salió hacia el coche en el que vinieron.
Mackenzie: Recordad, cuidadla bien, ¿vale? Que no la pase nada.
Padre de Mackenzie: Tranquilo, hijo, está a buen recaudo. Hasta luego.
Mackenzie se despidió de ellos tres. Después, entró a la casa para esperar a los invitados. Poco después, llegaron Bingo, Chilli, la madre de Mackenzie, Rusty con Indy, Jack, Mía y Capitán junto con Nico y otros compañeros de la clase de Christine. Juntos, se organizaron para preparar la fiesta: Chilli y la madre de Mackenzie harían la comida; Bingo haría la decoración junto con Indy y Mía; Capitan, Jack, Rusty y Mackenzie organizarían los juegos, y los niños... bueno, ayudarían en lo que pudieran.
Ya lo tenían todo dispuesto sólo faltaba traer el pastel.
Madre de Mackenzie: Hijo, ¿podrías traer el pastel, que lo tenemos en la cocina?
Mackenzie asintió y se dirigió a la cocina, pero se para un momento al ver una foto de Bluey. Se vuelve nostálgico y la coge con tristeza.
Mackenzie: Oh, querida, ojalá estuvieras aquí. Para ver crecer a tu hija y celebrar sus 12 años con ella. Ella te echa mucho de menos, y yo también. Cuanto desearía que estuvieras a mi lado, mi amor.
Dijo para luego besar la foto de su difunta esposa. Pero su momento de nostalgia sería interrumpido por su madre,
Madre de Mackenzie: ¡Mackenzie! ¿Donde está esa tarta?
Mackenzie: *dirigiéndose a la foto* Tengo que irme. Pero gracias por este momento.
Dijo para luego coger el pastel e irse. Un tiempo después, se escuchan las llaves de Bandit.
Mackenzie: ¡Ya vienen! ¡Rápido, esconderos!
Todos se escondieron donde pudieron y, cuando Christine entró, todos saltaron de sus escondites.
Todos: ¡SORPRESA!
Christine: ¡Vaya, muchas gracias a todos! ¡Está todo precioso!
Mackenzie: Fue todo por ti, mi niña. *la besa en la frente*
Christine: *lo abraza* Gracias, papá.
Mackenzie correspondió el abrazo y, después, se inició la fiesta. Todos estuvieron disfrutando mucho los juegos, la comida, pero quienes más disfrutaron fueron Christine y Mackenzie.
Al final de la fiesta, cuando hubieron despedido al último invitado, Christine abrazó a su padre.
Christine: Gracias por esta fiesta papá.
Mackenzie: No fue nada, princesa. Te quiero.
Christine: Yo también.
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Ella no está en este mundo
FanficMackenzie pasará por una de las mayores tragedias de su vida. Tendrá que superar la muerte del amor de su vida mientras cuida de su hija solo. ¿Lo conseguirá?