Parte 3: funeral

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Al día siguiente, Mackenzie estuvo preparando un crematorio para Bluey, y, por la tarde, se organizó el funeral. Mackenzie ayudó a su hija a sentarse en primera fila (era bastante pequeña para alcanzar la silla por su cuenta) y esperaron a que vinieran los demás. 

Al poco tiempo, fueron llegando todos. Llegaron primero Bandit, Chilli y Bingo, luego los padres de Mackenzie y más tarde los amigos: Rusty, Jack, Coco, Snickers, Judo, Honey, Pretzel, Indy, Chloe, Mía y Capitán con su hijo Nico, y otros amigos de la infancia de Bluey y Mackenzie. Todos se sentaron en sus asientos y comenzó la ceremonia.

Cura: Hoy despedimos a esta pobre alma que dejó toda una vida de alegrías en este mundo.

Todos estaban destrozados por la muerte de Bluey, pero también les daban ánimos a Mackenzie y Christine. Christine estaba a punto de llorar, pero Nico estaba allí para consolarla. Cuando terminó el funeral y enterraron a la difunta, solo quedaba su lápida con este grabado:

                                                    Bluey Christine Collie Heeler

                                    Amada esposa, madre, hija y hermana mayor

Todos se fueron yendo uno por uno, despidiéndose de Mackenzie y Christine quienes se quedaron frente a la tumba. Rusty se acercó a Mackenzie y le preguntó.

Rusty: Amigo, ¿estás bien?

Mackenzie: No, necesito estar solo.

Rusty: Bueno, recuerda que si necesitas algo, siempre puedes contar con nosotros.

Mackenzie: Gracias, amigo.

Mackenzie se despidió de Rusty y volvió a ver la tumba de Bluey mientras trataba de consolar a su hija, quien no pudo contenerse más y se echó a llorar. Mackenzie también lloró abrazado a su hija. Después de un rato, comenzó a llover y Mackenzie le dijo a su hija.

Mackenzie: Christine, querida, creo que es hora de irnos. Estos dos días han estado cargados de emociones y necesitamos descansar. Además, está empezando a llover.

Christine: *con voz quebradiza* Okay, papá.

Los dos cogieron su coche y se fueron a casa, pero Mackenzie no sabía a quien se encontraría al día siguiente.

Ella no está en este mundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora