Capítulo 19

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Miércoles 21 de julio de 2049

- ¿Seguro que estás bien? -se preguntó Naira, aún poco convencida de las palabras de su hermana.

Sabía que si la rubia no quería hablar iba a ser imposible arrancarle las palabras, siempre había sido así, pero no podía evitar preocuparse por ella. Ya iban varios días donde la chica tenía distintas salidas de tono con ella y con otros miembros de la familia, dejando en evidencia que tenía algún problema. Y no, Naira no podía quedarse como si nada ante aquello.

- Que sí -bufó Sofía desde su cama, algo molesta por la insistencia de su melliza- Que solo estoy con la regla y me duelen los ovarios, ya sabes como me pongo -se excusó queriendo zanjar la conversación, aprovechando para apagar las luces de la habitación.

- ¿Y es normal que vuelvas a tener la regla? -se preguntó Naira tras encender de nuevo las luces de la habitación, desde su cama, cuestionándola y sin quererse creer su excusa- Si te vino como a mí, hace dos semanas, cuando estábamos en casa de Paula -trató de hacer memoria de aquella más que rutinaria coincidencia- Siempre vamos a la par -le recordó que con eso no la podía engañar.

- Yo qué sé, se me habrá adelantado... -murmuró la rubia- ¿Nunca te ha pasado o que? -añadió desafiante, aún creyendo que iba a poderla engañar con aquello.

- La verdad es que nunca, como mucho se me ha atrasado -comentó Naira mientras se incorporaba a la cama. Era cierto que su hermana no iba a poder verla, pues tenía los ojos clavados en el techo, pero por lo menos ella si podría ver bien a la rubia.

- Pues vigila que no vaya a ser un embarazo en lugar de un retraso -le advirtió Sofía con la clara intención de provocarla.

Ninguna de las dos iba a olvidar jamás los días angustiosos que habían pasado hacía un par de años, pensando que Naira hubiera podido tener un accidente con un chico con el que estaba saliendo. Habían sido contadas las veces en las que la morena le había dado una oportunidad al género masculino, pero lo cierto es que era bisexual y alguna que otra aventura había tenido, aunque nada destacable en su historial amoroso.

- ¡Eres imbécil! -se quejó la morena molesta por el comentario, aunque entendía que aquello era solo una provocación, había conseguido que cayese en ella.

- Eso tú, por hacer lo que no debes -le echó en cara nuevamente.

- No lo entiendes ni nunca lo vas a entender, es lo que tiene ser bollera -negó Naira, queriendo dejar aparcada esa estúpida discusión.

- Habló, que lo máximo que has durado con un tío han sido días -le recordó Sofía a su hermana, pues por mucho que fuera bisexual, era evidente que Naira tenía preferencia por las chicas, algo que obviamente en esa casa entendían casi todas.

- Bueno, ¿y tú con una tía qué? -replicó la morena, ya harta de las impertinencias de su hermana, cayendo de lleno en su juego.

Sin quererlo, Naira lo había conseguido. Aquello había molestado profundamente a la rubia, quizás porque en el fondo sabía que su hermana tenía razón. No había ningún problema en no haber tenido una relación seria a su edad, ni mucho menos, el problema era que ella lo había intentado en repetidas ocasiones y siempre había terminado terriblemente mal.

Sofía sabía que, de una forma u otra, estaba haciendo mal las cosas, porque no había motivo para no poder aguantar ni un mes en una relación, y que se lo recordaran no era para nada agradable. En cierto modo, aquello solo le hacía retroalimentar aquella voz en su cabeza que le decía que no era suficiente y que nunca iba a encontrar a nadie que la quisiese de verdad.

- Por lo menos mi ex no se follaba a mi hermano en la habitación de al lado -atacó la rubia, sacando la artillería pesada.

La verdad que aquello fue un golpe bajo para Naira, pero se lo tomó con humor. En primer lugar, porque sabía que aquello era un juego y realmente ninguna de las dos pensaba lo que estaba diciendo. Y en segundo lugar, porque ya había pasado tiempo desde que lo había dejado con Sara. Ahora su corazón lo ocupaba Daniela, y ciertamente le importaba bien poco lo que pasaba en la habitación de al lado, o en su defecto, en la casa de su hermano y su ex.

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