Capítulo 28.

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Derek se encontraba en su habitación con un diario de notas, cuando no está con su investigación acerca de Magnolia, esta averiguando como hacer hechizos nuevos o tal vez algo que lo ayude; mientras pensaba se acordó de un hechizo que habia inventado su padre, se concentró lo suficiente y acercó su mano a su pecho, de su mano salia un brillo rojizo y de repente algo brillante salió de su pecho y en cuestion de segundos tomó forma de un corazón totalmente al rojo vivo, pero no quemaba << ahora entiendo porque mi magia es Roja... >> pensó mientras analizaba lo que tenía en su mano, tanto que ni siquiera se dio cuenta de la presencia de su esposa, la cual estaba parada al su lado viendo lo mismo.

¿Que es eso? - pregunta. Derek se sobresalto mucho pues no la noto.

¡Aless! ... Ufff... No te oí entrar... - debido al susto el corazón regreso a su pecho.

Te concentras mucho, al punto que no escuchas a tus alrededores... Claro cuando estas en casa. - habló con su típica amabilidad.

Bueno, tienes razón... - desvío la mirada.

No me dirás que estabas haciendo, sabes que me gusta escucharte pese a no entender bien lo que dices. - se sentó en la cama. Derek ríe ante sus palabras.

Es una habilidad que tenemos todos los Magos, no es muy usada, no me sorprende que nadie la conozca. - hace aparecer el corazón. - esta es mi alma. - Alessandra abre los ojos.

Que!? ¿Tu alma? ¿Acado nosotros podemos invocar nuestras almas? - un montos de preguntas se hicieron presente en la mente de la mujer.

Mi padre lo hacía, así veía la verdadera esencia de un ser vivo, estudió el significado de cada color, solo que hasta ahora fue que me comentó el hechizo. - explicó mientras se levantó y se sentó al lado de su mujer. - ¿te gustaría ver el color de tu alma? - pregunta.

Sí! Me gustaría. - confirmó. Sin hacer desaparecer su alma, con su otra mano invocó el alma de su mujer y esta es de un verde hermoso y brillante. - wow es hermosa ¿es mi alma? - dice mientras la miraba.

Si lo es jeje. - sonríe con calidez, de un momento a otro, la italiana trato de juntar las manos de Derek lo cual iba a ocasionar que se junten y Derek las apartó. - wow ¿que haces? - pregunta confuso.

Oh... Lo siento, le hice caso a mis pensamientos intrusivos, sabes que me pasa aveces. - responde un poco apenada.

Lo sé, pero recuerda que son nuestras almas, son delicadas y son la base de nuestro ser. - aclaró.

Ya lo sé, lo siento... Solo es que me pregunto que pasaría si las juntamos ¿no te da curiosidad? - le sonríe.

Bueno... Cuando lo pones así... Da hasta curiosidad... Capaz y no pasa nada, están echas de energía, tal vez ellas mismas se repelen. - teoriza mientras Junta las almas lentamente hasta que ambas se tocaron, un escalofrío los invade a ambos.

Mira! No pasó nada... No se repelen. - habló mientras mira atento.

Ya veo, que raro que no se re.... Ummm - siente como la temperatura de su cuerpo sube. - soy yo o... Se están rozando mucho. - no apartaba la vista de las almas que estaban haciendo lo mencionado.

Derek... - lo miro con los ojos entre cerrados y un rubor en sus mejillas.

Aless... - la miraba igual. la italiana se acercó al Alemán y lo beso con ternura, Derek corresponde sin mas pero al pasar los minutos el beso aumentó su tono. - ¿hace cuanto no lo hacemos? - pregunta entre sus labios mientras se quita los lentes.

No lo sé... - responde.

Rápidamente Derek tomó a Alessandra de la cintura y la apega más a su cuerpo, el vestido que ella tenía es bonito pero tan sensual pero en ese momento era la prenda más provocativa para el alemán. Derek llena de besos y caricias el cuerpo de su bella mujer, soltó el listón que sujeta el vestido y sin perder mucho se lo quito para acto seguido comenzar a quitarse la camiseta que tenía puesta.

𝕲𝖚𝖆𝖗𝖉𝖎𝖆𝖓 𝖂𝖎𝖟𝖆𝖊𝖗𝖉 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora