𝐋𝐈𝐍𝐄 𝐖𝐈𝐓𝐇𝐎𝐔𝐓 𝐀 𝐇𝐎𝐎𝐊 | Oh, baby, I am a wreck when I'm without you.
I need you here to stay.
I broke all my bones that day I found you crying at the lake.
𝗙𝗮𝗻𝗳𝗶𝗰 ⚠️
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Como actor, me encuentro sintiendo una mezcla de emoción y nervios antes de embarcarme en este nuevo proyecto. La emoción es palpable al tener la oportunidad de trabajar con un talentoso y reconocido director como Juan Antonio Bayona. Además, la promesa de éxito y la responsabilidad de interpretar a personajes basados en hechos reales, con algunas de estas personas aún vivas, añade un peso significativo a mí labor como intérprete. Es un honor y un desafío a la vez, ya que siento la necesidad de respetar y honrar las vidas reales que vamos a representar en la pantalla.
Además, el sentimiento de dejar mi hogar, al que mis amigos llaman mí hábitat en joda, me llena de nostalgia, porque ahí vivo la rutina que siempre quise, cuido de mis plantas, disfruto de mi mate, leo libros, toco la guitarra con mis amigos e intento hacer yoga. Añadiendo que cuándo no estoy en casa, salgo a tomar el sol y a alimentar a los animalitos que me encuentro.
Sé que durante el tiempo que dure el proyecto, estas pequeñas pero significativas rutinas quedarán en pausa. Y agradezco que ya tenga amigos que entienden mí forma de ser, lo mucho que me gusta mí espacio y el amor-odio que le tengo a los cambios.
—¿Qué piensas tanto, gordo? —inquiere Rocco y se sienta a mí lado. Estamos esperando nuestro vuelo.
—Seguro en la minita del estadio —mofa Pipe.
—Ya van a empezar.
Los chicos me ignoran y empiezan a cantar en corito «aquí hay amor» repetidas veces.
—Nos van a echar, cierren el orto —se queja Fer, con el teléfono pegado a la oreja.
—¿Por qué estás tan estresado? —le pregunto. Fer es muy tranquilo la mayor parte del tiempo.
—Esteban no aparece.
—Uh, dijo Esteban, se enojó el wacho —dice Rocco y Fer lo mata y entierra tres metros bajo tierra con la mirada.
—¿Querés que lo llame yo? Tal vez no supera que lo hayas dejado abandonado en el supermercado —le digo, recordando cuando tuve que ir a buscar a kuku porque Fer se olvidó de su existencia por estar viendo un reality en la tele.
—Dale.
Apenas acepta, marco al número de Kuku y no tarda mucho en contestarme.
—Che, kukito ¿Dónde estás?
—Ponelo en altavoz —pide Fer.
—Hola, Rafa, comprando algo de comer ¿Por?
—¿Cómo qué por? Tenemos un vuelo —le recuerda el pelinegro.
—Vos ni hables —le responde—. Rafa, todavía faltan tres horas ¿No?
—Falta un poco más de una hora ¿Sos boludo de nacimiento o te perfeccionaste con el tiempo? —interviene Fer.
Kuku pasa la llamada a videollamada y junto a Fer empiezan a decirse hasta de que se van a morir.
—Chicos, paz —digo, alejando el celular de Fer—. Kuku, te llevo a otro lado.