Cutty Flam [Franky] ~{ONE SHOTS}~

Cinammonroll

Advertencia: Bullying sexualizado. Consensual no consensual, violación, abuso, manipulación, en fin, funable. No me funen plis.

No entendías por qué te pasaba esto. Eras..., tan dulce, nunca te metías en problemas, los maestros te amaban. ¿Por qué? ¿Por qué era así contigo?

La hora de receso tenías que huir. Rápido, antes de que toda tu leche terminara sobre tu cabello.

Igual que hoy.

-Mocosa, ¿crees que te puedes estar escapando todos los días?- Exprimió el envase sobre tu cabello. Luego tirándolo sobre el.

-Lo siento...-

-¡No sientes nada! ¡Tu decidiste estarte escapando ahora aguanta!- Agarró tu cabello, era muy fuerte como para podertele escapar. Gimes en dolor, gemidos lindos a sus oídos.

-¡Por favor no me arrastres! ¡Cutty Flam!- Gimoteas, intentando abrir los ojos pero la leche los lastima.

-¡Cállate!- Abrió la puerta del viejo closet oculto en el patio. Allí era donde te encerraba usualmente. Nadie caminaba por allí, pues esta era una parte abandonada de la escuela.

-¡Cutty, por favor! ¡No quiero estar sola!- Lloras. Lo podías ver tras las rejillas de la puerta. Parecía disfrutar la vista de tu bonito ser asustado dentro de aquel pequeño espacio.

-Venga, yo te acompaño- Sonrió, relamiéndose los labios mientras entraba.

Te hiciste para atrás, ocultándose inútilmente en el otro extremo del cuartito.

-¿No que no querías estar sola? Vente, Cutty está aquí para tí-.

-¡Con el último con el que quiero estar es contigo!- Explotas.
-¡Eres molesto! ¡Egoísta! ¡Desconsiderado y cruel! ¡No haces más que humillarme!-.

Te estampa la cabeza contra la pared, asfixiandote.

-Ya estoy cansado de tí. Deberías agradecer que siquiera te puse el ojo encima. No eres nada, deberías estar agradecida del hecho de tener el mínimo reconocimiento por mi maldita parte, perra estúpida-. Soltó, cerca de tus labios, escupiendo sus palabras con rabia.

-Tu--

-¿Qué te parece si usas tu boca para lo importante? Escucharte ya me está hastiando-. Te tiró contra la puerta que los aprisionaba, puerta de la que solo él tenía la llave. Caes al suelo, y recibes una patada fuerte contra tus piernas. Tapas tu rostro, a lo que un par de sus golpes encestan en tus brazos.
-Saca los putos brazos, perra- Te agarró del cabello, haciéndote levantar la vista.
-Te gusta esto, ¿eh?- Su palma abierta golpea tu mejilla, haciéndote soltar un suave gemido de dolor.
-Esas mejillas rojas no es porque te haya golpeado. ¿Crees que no me fijo en lo mucho que te gusta que te moleste? ¡¿Eh?!- Volvió a golpearte, recibiendo aquella mirada dilatada y excitantemente asustada tuya.

Te fascinaba ese maltrato suyo.
Solo no lo querías admitir.

-Cutty, por favor-.

-¡Franky, maldita sea! ¿Es tan difícil que lo entiendas carajo? ¡¿Necesitas otro bofetón?! ¡¿Ah?!- Tu mejilla izquierda estaba más roja que la otra, las lagrimas brotan de tus ojos y la tela de su ropa inferior se restrega contra tu divino rostro.
-Me he estado aguantando las ganas, perra. ¿Qué no puedes doblar las rodillas al recoger algo? ¿No puedes dejar de ser tan linda en clase? ¿No te había dicho que dejaras de ponerte maquillaje? ¿¡Eh!? Pero lo que te gusta es que te miren... ¡te gusta humillarme!

Se frotó contra tus mejillas y labios, buscando que alguna de esas caricias obligadas por su fuerte agarre a tu cabello le complaciesen.

-Abre la bocaza-.