Cutty Flam [Franky] ~{ONE SHOTS}~

•●Cherry Berry 2●•

Aquella primera cita te ponía nerviosa, el traje rojo que tienes puesto te ponía aún más nerviosa. Robin sonreía al mirarte, intentando darte la confianza de que dijeras algo.

-Te vez perfecta-

-Es muy revelador...- Sostenías las tirillas que lo mantenían en lugar, agarrando con precisión tus senos para hacer que la grasa fuera benéfica y rebotara ligeramente con cada paso y rebote.

-¿Y Franky no es muy revelador?-

-S...sí pero... parezco una zorra con esto...- Suspiras.

-Se nota que te criaron entre monjes-.

-...- Bajas la mirada, observando el traje que se refleja ante tí. Sí, habías sido criada entre monjes, sí, todos hombres, todos extrañamente respetuosos nunca parecieron querer de tu carne. Aquello siempre le sorprendió a la gente, una niña criada por monjes y que nunca hubiera sido tocada con malicia.  Tu madre había muerto a los pies del convento contigo apenas dando el primer respiro en brazos. Criarte había sido lo más difícil para aquellos hombres, quienes siempre te consideraron su dulce milagro.
-Extraño a mi familia-

-Lo sé, pero no puedes seguir pensando igual que ellos. Vamos, ví como se te iluminaron los ojos al ver el traje, no me puedes negar que lo amaste...- Robin se levantó de su silla para poner sus manos, delicadas y delgadas, en tus hombros.
-Además, Franky lo va a amar-.

-B...Bueno...- Jugueteas con el borde del traje, que llegaba casi a tus rodillas.
-P...Puedo..., pues...-

-¡Cherry!- Desde fuera del cuarto pudiste escuchar al estruendoso hombre.

-Ponte los tacones...-

-N...no. Quiero las zapatillas-

-Como tu digas- Una fila de manos trajo tus zapatillas negras y otras dos, salientes de tus hombros, acomodaron tu cabello.
-Ahora, puedes ir a tener tu primera cita-

-Gracias, Nicolas Robin-

-Solo Robin-.

-Gracias Robin-

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-¡¡Wow!!- La mirada del hombre se deslumbró, aquella voz de cantante de rock te hizo reír con su enérgica raspocidad.
-¡Vaya traje, nena!- Reíste un poco más, ocultando el rostro tras tu cartera.
-Vamos, no quieres perder la reservación-. Sostuvo tu mano con algo de fuerza, pero una fuerza delicada que te hizo ir a su lado.

Camino a la isla miras hacia atrás, viendo a Nami y Robin, una claramente serena y la otra llorosa con algo de decepción. Suspiraste, te sentías mal por Nami, no te gustaba sentir que decepcionabas a la gente.

-Ya habías paseado por la isla, ¿no es así?-

-Sí- Respondes en baja voz.

-Bueno, para llegar al restaurante es un camino un poco largo, ¿te molesta?- Niegas, poniendo tu mejilla en su enorme brazo.
-Te vez muy linda, T/N-

-Gr...gracias, Flam-

-Oye, cuéntame más de esos monjes, tus papás como les dices tú- Tu rostro se iluminó en un segundo, ¡claro que hablarías de ellos!-

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-Y luego papá Rodrigo le dijo a papá Luis que soltara a la cabra, pero resulta que papá Luis estaba agarrando a la cabra para que no me tirara al suelo-.

-¿Y qué hizo papá Luis?- Ríe suavemente, mirando al camino.

-Soltó a la cabra-. Ríes.
-Y la cabra me tiró al piso y luego me comió un pedazo de pelo- Te rascas la cabeza ante el mal recuerdo mientras Flam carcajea.