BABI
Supongo que las crisis existenciales asaltan a todos en la adolescencia.¿ Como es posible que la maldita tía del puto libro puede tener ya al amor de su vida a sus 16 años, joder, yo a mis 18 aún no me he enamorado siquiera?
¿Por qué yo no tengo mi maldita historia de amor?
Porque eres idiota Babi.
Me levanto de la cama llena de frustración. Lanzo el libro a la esquina de la habitación junto a otro millón de historias que amo tanto a pesar de torturarme sabiendo que esas solo viajan en las mentes creativas y no suceden en la vida real.
Unos vaqueros negros y una sudadera del mismo tono complementan mi cáscara.
-Cariño -. Me saluda mamá desde la cocina. Me acerco y le doy un beso antes de sentarme sobre una de las cajas que no hemos desembalado y que tiene la inscripción Más ropa de Babi.
-¿Lista para tu primer día? - su sonrisa me intimida. Me recuerda que todo comienza de vuelta.
-Ni en mil años voy a estar lista para comenzar de cero. - Digo con sinceridad agarrando el vaso de zumo de limón que me ofrece.
Su mirada se enternece.
-¿Cómo esperas encontrar al amor de tu vida si no te mueves nunca? - claro que sí, Lara sabe perfectamente como voltear las cosas a su favor.
-¿Cómo lo voy a hacer si me muevo demasiado?
Tomo una tostada y la muerdo con frustración.
- Tienes 18 años no puedes ser tan pesimista. Además, ya te dije que esta sería la última vez.
Me levanto con una nueva tostada en la mano y encamino mis pasos hacia la puerta.
-Lo mismo habías dicho cuando pasó lo del accidente y aquí estamos Lara. - mi tono suena bajo y cargado de tristeza y remordimientos.
-Nena, te prometo....
-Nunca te he pedido que me prometas nada. Lo haces porque crees que lo necesito pero ya acepté que esto es lo que me toca y no me hace gracia que intentes endulzar ese hecho todo el tiempo.
Salgo de la casa cerrando la puerta del apartamento con mas fuerza de la necesaria.
No quería que mi día comenzara así. Amo a Lara, solo no tolero sus cambios frecuentes, aveces le da por tratarme como una persona madura y otras decide que soy su bebé de medio año e intenta adornar tanto la realidad que empieza a escocer.
Mi vida ha estado llena de altos y bajos drásticos, de vivir en un hogar con mi padre, mi madre y mi hermano, en una casa de valla blanca y gnomos en el jardín, pasé a un apartamento de lujo solo con mi madre. No estuvo mal, mis padres se divorciaron porque él era un troglodita con mil mierdas encima . Mi hermano de 12 en aquel entonces eligió quedarse con papá, yo de 7, por el contrario, me quedé con Lara. Mi madre es diseñadora, una muy buena, junto a una manada de arquitectos y corredores de inmuebles se dedica a remodelar casas geniales y antiguas por las que más tarde algún millonario pagará una fortuna.
También graban una especie de programa de televisión que se ha vuelto sumamente popular. Todo eso hace que tengamos que cambiar de ciudad constantemente. Cada vez que culmina un proyecto hay un nuevo destino, tras un mínimo tiempo de reposo en el que la casa se vuelve una especie de museo hasta que se haya firmado con el dueño. Y gracias a eso terminamos aquí en un pequeño pueblo en algún lugar de España.
Me dirijo al curso de verano en el que me anotó mi mamá para que no sufriera estrés al estar encerrada en mi casa. Sí, he tenido varios cuadros de estrés severo. Según los doctores solo necesito convivir más con personas de mi edad y crear lazos afectivos más fuertes.
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Serendipia
Teen FictionEste es el cuento de la chica que quería una historia de amor y la que se autodenominaba reparadora de escencias. ...Los amores guiados por demonios rosas nunca terminan bien...