10. Capitolio

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CAPÍTULO 10: CAPITOLIO

POV CORIOLANUS

Mi mente se desvía a un recuerdo particular durante aquellos ensayos. Lucy estaba con su cabello suelto, sosteniendo la guitarra y soplándose el cabello cada vez que se le iba a la cara, pero ella no quería abandonar su tarea de afinar la guitarra ese primer día. Verla tan concentrada sujetando con tanto amor la guitarra... y por momentos, malhumorada por su cabello lleno de frizz debido el día de tan nublado y húmedo que le tocó antes pasar en la intemperie del zoológico, me ponía nervioso a mí, solo por el hecho de que ella no estaba cómoda.

−¿Te lavaste el cabello hoy, Lucy Gray? Porque se ve muy gracioso –bromeé, intentando aligerar el ambiente.

−Sí, estoy usando esos sachets de champú y acondicionador que me diste cada... tres o cuatro días. Se siente bien estar un poco más limpia y fresca. El problema es la humedad de hoy, hizo que mi cabello al secarse pareciera un nido de aves.

−Nido de sinsajos o pájaros raros, como nosotros –aclaré sonriendo–. ¿Me dejas anidar en tu cabello?

Eso consiguió arrancarle carcajadas sinceras y dedicarme una mirada y sonrisa coqueta, mientras abandonaba su tarea de afinar la guitarra.

−¡Oh, Coriolanus! No sabes lo que dices. Pero, estás invitado. Si quieres.

−Eso es un sí.

Busqué en el bolsillo de mi mochila de cuero, una vincha rosada de tela de satén. Al ser de una tela tan delicada y no de estructura rígida, Lucy podía mantenerla en su bolsillo cuando no la usara. Y como, a excepción de la parte elástica, el resto una tela que podía servir como hasta un pañuelo para la cabeza si se estiraba al máximo, creí que le podría servir a Lucy para mantener su cabello libre del frizz del que tanto se quejaba. También seleccioné un scrunchie y algunos una tira de clips negros que irían mejor con su cabello que los dorados. Me puse de pie y caminé alrededor de ella.

−Pásame ese peine pequeño con el que siempre te veo cuando estás distraída arreglándote.

Lucy dejó descansar temporalmente la guitarra encima de su estuche en el suelo y obedeció de inmediato mientras le pasé los accesorios y los dejé caer en su regazo.

−A todo esto... ¿Por qué lo tienes?

−En el Doce siempre andaba con alguno encima si llevaba cartera o ropa con bolsillos. No sé, me acostumbré a tenerlo, por si acaso... por mis presentaciones –dijo lo último mirándome volteando su cabeza y sonriéndome y mostrándome que también tenía un labial fucsia–. Esto lo suelo usar para los labios o como rubor. Es muy fuerte, por lo que mucho no me excedo. Aunque es útil para emergencias.

−Mi chica es muy vanidosa cuando se trata de su aspecto –me reí, sinceramente mientras la peinaba.

−Eso dicen en el Distrito Doce, pero, para mí es parte del "encanto" de mi figura como cantante. Casi una obligación.

−Tienes con que... Eres muy hermosa, Lucy Gray.

En ese momento, sentí mis mejillas arder de vergüenza por haber exteriorizado ese pensamiento. Pensé ¿Qué me pasaba? Pero yo no era el único avergonzado. Lucy estaba roja como un tomate, también.

−¿Me dijiste hermosa? ¿y que yo era tu chica?

−Lo siento, no fue mi intención. Quise decir "mi tributo".

Pero, a Lucy no pareció importarle.

−Tu eres mi chico, entonces –Lucy agregó mirándome y dirigiéndose a mí con un evidente flirteo en su voz y su expresión–. Guapo...

PÁJAROS CANTORES Y ROSAS (CoryoxLucy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora