PÁJAROS CANTORES Y ROSAS (CoryoxLucy)

11. Concierto

CAPÍTULO 11: CONCIERTO

POV CORIOLANUS

Al final de la cuadra hay una tienda de antigüedades

Y algo en mi cabeza dijo: "¡Detente!", así que entré.

Sobre el mostrador había una caja de cartón

y el letrero decía "Fotos a veinticinco centavos".

.

En blanco y negro, vi una novia de los años treinta

Y unos amantes escolares riéndose en el porche de su primera casa

El tipo de amor que solo se puede encontrar una vez en la vida,

Del tipo que no menosprecias.

Cuando empieza a cantar, la voz de Lucy me envuelve a tal grado que no soy capaz apartar mi rostro del suyo y mis primeros recuerdos de ella, de nosotros, vuelven a encerrarse alguna cápsula muy en el fondo de mi mente para permitirme disfrutar del concierto de mi novia, quien ahora mismo está mirándome a mí, parado frente a ella. Lucy mantiene una sonrisa alegre en el rostro, solo por el hecho de poder verme mientas canta. Yo estoy tan perdido en ella que solo atino a sonreír por un segundo.

Y fue ahí cuando te llamé y es tan difícil de explicar

Pero en esas fotos nos vi a nosotros

Y, de alguna manera, sé que tú y yo nos habríamos encontrado.

En otra vida, aún habrías llamado mi atención

Incluso si nos hubiéramos conocido...

.

En una abarrotada calle en 1944

Y te hubieras marchado a pelear en la guerra.

Aún habrías sido mío

Habríamos sido atemporales.

.

Habría leído tus cartas de amor durante toda y cada una de las noches

Y le habría pedido a Dios que volvieras a casa toda la noche

Y tú habrías estado bien

Habríamos sido atemporales.

.

Pues creo que estábamos destinados a encontrarnos

Así que incluso en una vida diferente

Aún habrías sido mío

Habríamos sido atemporales.

Lucy siempre repite eso, que ella está convencida de que estábamos destinados desde antes de venir a este mundo. ¿Será una canción que compuso ella en los últimos días? Si es así... ¿Por qué no me dijo que la cantaría? Pero la respuesta llega rápido, Lucy me prometió que cantaría la que compuso para mí al poco tiempo de mi llegada al Doce, y la que me recuerda a mi madre, la misma que ella me cantó en el zoológico. Pero ella suele tener una sorpresa para mí casi siempre. Ella sabe que sus conciertos son el único momento en el cual los dos podemos estar libremente en un mismo lugar mirándonos cara a cara y nunca los desaprovechamos. Después de todo, es natural que un fanático quiera hacer contacto visual o físico con su artista favorito y que el artista a cambio sea agradecido y mantenga contacto con el público. Hasta pagué la entrada al lugar y compramos comida con Sejanus como haría cualquiera de los que está aquí. Y cuando pasen para recolectar dinero o regalos, pondré dinero como todos los demás. Tengo derecho a tener su atención en público al menos una canción entera.