6. Positivo

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CAPÍTULO 6: POSITIVO

POV CORIOLANUS

−Hola –saluda Lucy al vernos entrar hasta el comedor de la casa. Su voz pretende sonar alegre y falla en el intento.

Algunos miembros del Covey como Tam, Maude y Barb están acompañándola leyendo libros o haciendo tareas escolares mientras ella desayuna. Ellos también nos saludan.

En el medio de la mesa hay varios platos con panificados y varios vasos con jugos. Lucy está comiendo una medialuna rellena con crema pastelera y bebiendo té. Me hace sonreír que me haya hecho caso, que haya buscado lo que compré para ella y su familia y esté alimentándose.

No demoramos más de una hora en desocuparnos y hacer todo lo que necesitábamos, incluso ir al hospital para tomar medicación especial para embarazadas. Demoramos más en ir y volver caminando a La Veta, en realidad. Yo lo acompañé y me quedé en el pasillo vigilando que nadie se acercara al depósito mientras Sejanus estaba dentro. De todas formas, su búsqueda no duró más de cinco minutos, él sabía dónde localizar cada cosa.

Colocamos todas las bolsas de compras sobre la mesa en la esquina contraria y yo me voy a sentar al lado de Lucy.

−Hola, cariño –le digo besando su frente–. Estás comiendo. Eso es bueno.

−Tú conoces mis gustos. Te detesto por tentarme así –bromea dándole otro pequeño mordisco a la medialuna.

−Lo haré más a menudo a partir de ahora. Acostúmbrate.

Sus mejillas enrojecen y yo sonrío triunfante, porque al fin veo algo de vida en su rostro. Ayer estaba demasiado pálida para su propio bien.

−¿Qué trajeron? –pregunta Lucy repentinamente interesada.

−Solo un poco de comida para ti, y...–respondo.

Sejanus mueve la caja roja alargada por encima de la mesa al imaginar lo que pretendo. Yo la tomo y se la entrego a Lucy. Ella la abre ansiosa, pero su rostro se ilumina cuando descubre el arreglo de flores que está dentro de esa gran caja.

−Pasamos por una florería, así que, entré y compré algunas de tus flores favoritas.

Todas son blancas, rosadas y rojas de distintos tamaños y formas. El arreglo de flores viene acompañado de un grueso llavero hecho en acrílico transparente y con brillos con pequeñas flores blancas y hojas naturales en su interior. Lucy lo examina desde todos los ángulos dejándolo colgado en su dedo.

−Gracias, Coryo. Son realmente hermosas.

Su sonrisa parece genuina y su abrazo posterior me lo confirma. Ella entierra su rostro en mi pecho e inspira profundamente.

−No tanto como tú, Lucy –le digo.

−No exageres, estoy hecha un desastre ahora mismo –dice aún sin mirarme.

−Pero eres mi desastre favorito. Sea como sea te ves muy linda. Aunque...

Yo la obligo alejarse de mí y mirarme a los ojos, mientras la observo acariciando su rostro apoyado de costado contra la mesa.

−¿Aunque qué?

−Me gustas más cuando tus mejillas están sonrojadas, tu voz se escucha animada, tus labios me sonríen y no escondes tu rostro de mí. ¿Qué necesitas que haga para alegrarte? Haría lo que sea por ti, con tal de verte bien.

−Puedes hacer algo, Coryo.

Ella apoya su mano encima de la mía.

−Prométeme que lo que suceda hoy no afectará nuestras rutinas.

PÁJAROS CANTORES Y ROSAS (CoryoxLucy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora