Después de ver lo felices que se encuentran sus amigos junto a sus parejas, Yoongi decide que es momento de abrirle sus puertas al amor por lo que le pide ayuda a Jae Woo para encontrar una novia adecuada.
Por otro lado, Hana se opone rotundamente...
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Hana estaba tranquilamente en su habitación, se encontraba recostada sobre la cama mientras jugaba un videojuego. Esa tarde había planeado tener una cita con Yoongi, sin embargo, la llamó minutos antes para avisarle que tenía que atender un parto de emergencia y no podría verla.
Luego de haber jugado un par de partidas, dejó su teléfono por un lado y escuchó un par de toquidos en la puerta.
—¿Puedo pasar? —escuchó la voz de su padre.
—Sí, pasa —respondió y lo observó entrar con varias bolsas en sus manos.
—Mira lo que te compré —Jungkook se acercó a la cama y puso todo sobre el colchón. —Pase por el almacén de arte cuando salí de la empresa y pensé que te serviría todo esto.
Había pinturas, pinceles, moldes, todo tipo de cosas que le serían útiles para sus clases.
—Gracias, papá —Hana sonrió. —No tenías porqué comprarme todo esto.
—Lo que sea para mi princesa —se acercó a ella y acarició su cabello. —Estos últimos días te he notado un poco decaída y la verdad es que no me gusta verte así. Pensé que esto podría ayudar a subirte el animo pero si no es así puedo llevarte de compras, a tomar un helado, vamos a un parque de diversiones o si quieres podemos viajar.
—No te preocupes, ya me siento mucho mejor —Hana lo abrazó. —Solo había estado un poco estresada por la escuela, ya sabes, es pesado en algunas ocasiones.
—Entiendo —sonrió y estuvo por marcharse. —Hana...
—¿Sí?
—Sabes que puedes contarme lo que sea, ¿verdad?
—Claro que sí, eres mi papa y no me gusta ocultarte nada —sonrió aunque por dentro se moría pues era verdad nunca en su vida le había ocultado algo tan grande como lo que acababa de suceder y no podía seguir haciéndolo.
—Justo lo que quería escuchar —Jungkook rió levemente y salió de la habitación.
—Maldición... —Hana se dejó caer sobre el colchón. —¿Cómo voy a decírselo?
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Había pasado una semana y Hana aún no podía hablar con su padre respecto a su relación.
Estaba tan pensativa que no se dió cuenta cuando Yoongi la llamaba pues había ido a recogerla a la universidad.
—Me rompes el corazón, Jeon Hana —Hana logró escuchar esas palabras y se giró de inmediato ya que reconoció la voz al instante.
—Yoongi-ah —se acercó a él emocionada. —Perdón, estaba pensando en otras cosas.
—Creí que me estabas ignorando a propósito —sonrió tiernamente. —Mira lo que te traje —de su espalda, Yoongi sacó una bonita flor envuelta en un papel violeta, el color favorito de Hana.
