Our child *Johnlock*

IX

Durante el viaje John no podía dejar de pensar en la situaciòn en la que ahora estaba. Sherlock estaba embarazado, a unos días de posiblemente parir, en Nueva York, solo. ¿Cómo pasó todo esto? ¿Quién era el padre? ¿Por qué se había callado?

Miraba el cielo a traves de la ventana, confundido, estresado. Estaba nervioso de ir a ver a Sherlock y hablar con él el tema. Por algo se lo había ocultado, ¿Cierto?

El viaje fue largo, llegaron en la noche. Mycroft y John estaban cansados, pero debían ser rápidos para llegar del aeropuerto al hotel en el que estaba el detective.

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Sherlock estaba de muerte. Había visto las noticias, el mensaje, las llamadas. Estaba en problemas, en muchos problemas. Se miraba frente al espejo; su cabello estaba alborotado, tenía ojeras y estaba más pálido que nunca. No se había estado alimentando adeucadamente, tampoco había estado hablandole a su hija como de costumbre. Un dolor llegó a su vientre bajo mientras sentía los limitados movimientos del embrión, cosa que lo llevó a poner su mano en su estómago con algo de temor. Otra contracción màs. Sentía demasiado dolor, llevaba horas y horas con contracciones, y no pensaba en salir de la habitación de hotel, incluso si eso implicaba dar a luz en el cuarto. Fue a darse un cambio de ropa a una más cómoda; un sueter gris, pantalones negros y su infaltable abrigo largo, el cual llevaba meses sin usar. Una nueva y más fuerte contracción le arrancó un quejido, reaccionando ante su propio pensamiento de quedarse en el hotel. ¿¡Qué mierda le pasaba?! ¡¿Cómo se le ocurría no ir al hospital por el bien de su hija?!, tomó el telefono del hotel y marcó a servicio al cliente para ver si podía ser ayudado con algo. Su respuesta fue atendida con rapidez, pero en el corto transcurso de tiempo el dolor se masificó, sus piernas empezaban a perder fuerza y sentía algo húmedo entre sus piernas. Tembló, respirando con dolor y pesadez.

----Buenas noches señor Sherlock. Ha llamado a Servicio al cliente, ¿Qué podemos ofrecerle? ----habló con un tono amable la señorita al otro lado de la línea.

----Ayuda... ----fue lo único que murmuró al teléfono antes de que se escuchara un golpe en la llamada desde su línea.

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Finalmente, habían salido del aeropuerto con sus maletas listas. El equipaje de John era pequeño, puesto que no planeaba quedarse mucho tiempo. Ambos habían tomado un taxi para ahorrar algo de tiempo, pero, lamentablemente, el transporte había dejado de funcionar a medio camino, por lo que el resto del camino tuvieron que pasarlo corriendo.

----Ahí está el hotel ----mencionó Mycroft mientras corría al local mencionado, el cual estaba a unos cuantos metros de donde estaban. La presencia de una ambulancia llamó su atención, pero lo que alertó a ambos hombres fue un grito proveniente del hotel.

----Ese grito... es de Sherlock ----logró reconocer el soldado, corriendo más rápido. Al estar a un par de metros de la entrada, unos médicos de la ambulancia salieron del hotel, ayudando a alguien a caminar hasta la camilla que habían sacado otro personal de la ambulancia. Definitivamente era Sherlock, el pobre se veía tan palido como dolorido. Miró hacia un lado, y sus ojos se abrieron al notar que el rubio estaba ahí, mirandolo perplejo.

----John... ---- logró decir con la voz igual de temblorosa que su cuerpo.

El mencionado no dijo nada más que el nombre del más alto, corriendo hacia este junto a Mycroft. Ambos ayudaron a recostarlo en la camilla, y los tres ingresaron a la ambulancia.

El transporte actuaba rápido. Revisaban a Sherlock de manera constante e intentaban mantenerlo estable. El detective se aguantaba los gritos tanto como podía, estando bajo la mirada del rubio y de su hermano, al cual le tomaba la mano con fuerza, evitando contacto con Watson.

Al rato finalmente habían llegado al hospital, y trasladaron al Holmes menor a una sala en donde pudieron monitorearlo mejor; ahí se supo que en las últimas semanas no se había estado cuidando muy bien, pero que estaba algo estable al igual que el bebé que se encontraba en posición. Le faltaban unos cuantos centímetros de dilatación, por lo que lo dejaron en otra sala para esperar al momento indicado.

----Déjame ir a verlo. Necesitamos un momento a solas ----se apresurò a decir John cuando Mycroft había agarrado la manija de la puerta. El mayor suspiró algo decaído, alejandose un poco.

----No lo estreses más de lo que ya está ----fue lo único que le dijo.

John finalmente entró al cuarto al que estaba Sherlock; este se encontraba conectado a una maquina de suero, con la bata del hospital puesta y recostado en una camilla con  la cabecera arriba. Acariciaba su vientre con algo de dolor, aunque le habían otorgado unas pocas pastillas para calmar el dolor presente. Mirò al más bajo, sintiendose avergonzado, culpable, asustado y demás.

----Sherlock ----John le habló en un tono calmo para evitar darle más estres a su contrario ----¿Por qué lo ocultaste?

El rizado bajó la mirada, apenado.

----¿Cómo te lo explico?

----¿Quién es el padre?

----John...

----¿Quién es el padre, Sherlock?

----Eres tú ----finalmente soltó ----esa noche, dos semanas antes de tu boda, despedida de soltero. No conté todo lo que pasó. Al llegar ebrios al apartamento tuvimos sexo y en tu boda empecé con los síntomas. No lo recuerdas, pero yo si, recuerdo todo, John. Perdón, sé que no querrás cargar con esto, se que después de esto ya no querrás... seguir siendo...

----Sherlock ----lo interrumpió ----realmente sí recuerdo lo que pasó, y déjame decirte que todo lo que te dije, lo de que me gustabas y eso es verdad, y sigue siendo verdad. Te amo, Sherlock, y soy yo el que debe disculparse por haberte dejado solo y no haberte dicho la verdad de todo. Tampoco saqué la voz por miedo a que me miraras raro y no lo recordaras, pero eso no es excusa para simplemente no haber hecho nada al respecto.

----John... ----lo miró ----¿De verdad? ¿Me amas? Pero... ¿Y Mary? ¿Que hay de ella?

----Lo hablamos. Dijo que ya lo sabía todo y que fuera a acompañarte. Me ayudó bastante y debo agradecerselo mucho, pues, ella en parte ayudó a que yo ahora esté contigo, acompañandote.

----Pero tampoco es justo; Mary está embarazada, no debiste dejarla sola solo por mi...

----Sherlock, tranquilo... las cosas se resolverán y todo quedará equilibrado, ¿Sí? ----John acarició el afilado pómulo del contrario con su pulgar, limpiando una fina lágrima que había caído ----te amo Sherlock, y quiero que sepas que nunca más te dejaré solo. Ni a ti, ni a nuestro hijo.

Sherlock tuvo un pequeño sollozo.

----Es niña. Se llamará Beatrice.

John sonrió con alegría, posicionando su otra mano en el vientre ajeno.

----Beatrice... es un buen nombre.