Sus dedos juegan con Zidian, sus piernas se cruzan cuando sienta en la butaca dentro del aposento de Jingyi quien está frente a él, arrodillado y con la mirada sobre el suelo. El menor muerde sus labios, sus dedos se entierran en su hanfu sobre su muslo. Parece que teme hablar. Jiang Cheng no lo ve mucho problema, así que espera con paciencia a lo que tenga que decir su único hijo. No grita a pesar de su enojo que aun no a logrado apaciguar, mucho menos libera a Zidian que chispea y que Jingyi no logra ignorar. El eterno silencio por parte del mayor sólo hace que el menor sienta más nervios, que su cuerpo tiemble y que se reproche más de lo que lo hace.
__ Lo siento, padre. __ Se atreve a decir. __ No debí desobedecerte. __ El cuerpo de Jingyi se encoje inconscientemente cuando escucha a su padre levantarse bruscamente de la butaca, cree que a colmado de su paciencia con lo dicho y que como consecuencia, Zidian sería el encargado de castigarlo, pero cuanto más espera, nada llega, solo hay un silencio que se hace eterno. Entonces Jingyi decide levantar la cabeza con algo de temor, cuando lo hace, ve a su padre parado delante de él. La voz en Jingyi se fue, el miedo de ser golpeado se desvaneció cuando no pudo descifrar por completo la mirada de su padre, este parecía enojado, pero a la vez, sus ojos tenían una tristeza. Cuando desciende, ve las manos de su progenitor que se apretaban fuertemente.
__ Eso creí. __ Seguidamente, Jiang Cheng esquivó a Jingyi cuando camina hasta la puerta, el cual desliza con brusquedad al no controlar su fuerza. Y a un paso de salir, Jiang Cheng suelta una orden: __ Alista tus cosas, regresaremos a Yumeng. __ Jingyi no se siente con el derecho de objetar, simplemente se encoge y muerde sus labios para obligarse a callar. No puede ser un descarado el preguntar el porqué de la orden, él más que nadie sabía la razón.
Cuando la puerta se escucha cerrarse, Jingyi suelta un suspiro, no de alivio, es uno desasosiego. No se atreve a levantarse del suelo, siente como si su conciencia fuera una gran roca sobre sus hombros y que le impide pararse, después de todo, no está dispuesto a hacerlo, pero deberá de hacerlo para obedecer a su padre, recoger sus cosas y esperar hasta que su padre le diga para marcharse.
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•El cálido aroma a peonias no hace más que hacerlo sentir satisfecho y cómodo. El vapor del té acaricia su nariz cuando bebe de ella. Cuando baja la taza y lo coloca sobre la mesa, sus ojos se pasean sobre su destinado que sienta en el largo de la mesa y de su mejor amigo al otro extremo, frente a él, con sus cejas fruncidas y los brazos cruzados, el comentario que hizo su destino pareció poner de ese modo a Mingjue. Por su parte él sólo sonríe, no interviene en la divertida conversación entre ellos dos a pesar de que ve una vena resaltar en la frente de Mingjue ante cada palabra dicha de A-Yao.
Sin embargo, lo que para él era una cómoda y divertida reunión entre hermanos jurados, pronto se vio interrumpido por el fuerte golpe en la puerta que fue abierta seguido por las voces de criados que casi chillan por temor. Interrumpidos por tal escándalo, los tres se giraron a ver cayendo en la sorpresa de que el protagonista de aquel alboroto era nada más que el líder Jiang que traía los pelos de puntas con Zidian activado. Inconscientemente, Lan Xichen se voltea a ver Mingjue, que también al ver a Jiang Cheng ingresando al salón, se levanta como un resorte y va al reencuentro de su prometido. Tanto Lan Xichen como Jin GuangYao también se levantaron, el segundo parece buscar la protección de su Alfa parándose atrás de este mismo. Lan Xichen parece comprender y los gritos no demoraron en llegar.
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In The Third Life | Xicheng
RomanceHasta que los recuerdos lleguen a un punto donde dejen de existir, ahí, se sabrá que todo a terminado. Jiang Cheng supo que la vida y la muerte nunca podrían relacionarse al ser estos de diferentes mundos. Aunque quisiera volver a ver a las personas...