Sus resonantes pasos han anunciado su pronta llegada a Qinghe Nie, tal como se había previsto. Sin embargo, Jiang Cheng notó algo extraño, y era que los criados, discípulos se mostraban de por sí muy nerviosos y asustados, lo miraban por segundos para luego ver en direcciones distintas. Entonces enarcó una ceja. Jiang Cheng tiene en cuenta que causaba temor, pero no creía que tanto. Había visitado Qinghe Nie en más de una ocasión, lo cual cree que ya haya sido suficiente como para que estas personas que lo veían pasar se hayan acostumbrado por fin a su presencia; no es como si los comería de un bocado, no mientras no haya un motivo.
Pero entonces, el principal motivo del nerviosismo de los criados y discípulos de Qinghe Nie se escuchó en fuertes gritos por parte de una imponente y masculina voz; llantos desesperados de quien debían de ser de Huaisang. Ambos provenían de uno de los patios de dónde los criados parecían huir despavoridos, queriéndose ocultar de la furia de quien debía ser el dueño de aquella voz de Alfa, Nie Mingjue.
Jiang Cheng corrió para llegar al núcleo del problema, en donde se apoyó en una pared del pasillo para recuperar el aliento, liberando deliberadamente sus feromonas, haciendo así, que su presencia sea percibida por los dos hermanos. Nie Mingjue se giró, su fruncimiento en sus cejas suavizandose por la sorpresa. Se suponía que Jiang Cheng llegaría después del atardecer, pero allí se encontraba, respirando agitadamente por correr. Nie Mingjue estuvo por acercarse a Jiang Cheng, pero fue Nie Huaisang quien se le adelantó, quien se levantó del suelo en donde se mantuvo arrodillado, tirando del hanfu de su hermano mayor para ir al reencuentro de Jiang Cheng, abrazándose a su pecho, haciendo de su hanfu un desastre.
Jiang Cheng lo recibió, sus brazos cerrándose con confusión alrededor de la espalda de Huaisang. Bajó la mirada; los ojos aguados y nariz mocosa de Huaisang mojando el hanfu en su pecho, pero lo cual era lo de menos, debía de saber que fue lo que sucedió. Alzó la mirada en busca de la mirada de su pareja, lo cual encontró a metros de distancia, sus ojos parecían desbordar en sentimiento de ira reprimida y algo de arrepentimiento; atrás suyo, ardientes llamas consumían las colecciones de artes de Huaisang.
Aquel fuego se reflejó en los ojos de Jiang Cheng.
Jiang Cheng volvió a ver a Mingjue, esta vez, su mirada exigiendo una respuesta que no sea lo que pensaba aún si todo estaba tan claro frente a él, pruebas de lo que sucedió. Mingjue apartó la mirada, lo cual sólo confirmaba lo que al parecer sucedió. El Alfa parece avergonzado, pero lo oculta con enojo. Entonces, algo se rompió. Jiang Cheng siguió el sonido, su mirada bajando hasta la mano derecha del Alfa, de donde cayó un abanico roto en dos, destruido por la mano de Nie Mingjue. El mayor se marcha.

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In The Third Life | Xicheng
RomanceHasta que los recuerdos lleguen a un punto donde dejen de existir, ahí, se sabrá que todo a terminado. Jiang Cheng supo que la vida y la muerte nunca podrían relacionarse al ser estos de diferentes mundos. Aunque quisiera volver a ver a las personas...