Capítulo 22: Secreto

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Fumiko estaba al frente de lo que Izuku había hecho en aquel sótano...aquella humana tirada en el suelo cubierta de sudor sangre y otros fluidos...era irreal. Ya lo dije antes, la pelirrubia era comida, pero esta pregunta era incluso para un humano...¿Porqué torturarías a tu comida?, es como si torturases a una vaca solo porque sí...no encontraba una justificación...

"Por favor...escúchame...", dijo el chico mientras que tomaba de los hombros a la joven, no dejándola ir, queriendo que se sintiera en calma, pero pedía algo imposible. Estaba algo asustada, solo un poco, a fin de cuentas, ella era capaz de torturar a un hombre por información, quizás con esta chica era lo mismo, entonces no...no tenía miedo, solo estaba algo incómoda...

"Agh, Izuku...¡¿Qué mierda haces aquí abajo?!", preguntó ella mientras que retrocedía un poco del joven, viéndolo a los ojos como si no lo reconociera, solo porque no conocía este lado suyo. El chico se sintió herido por eso, empezó a temblar por esta falta de comprensión, pero, ¿Quién lo comprendería en primera instancia al ver una cosa así en su local, un animal acorralado

"Te lo dije, Izuku...nadie te entendería como yo...abandona todo y solo escúchame...", dijo la voz de "Himiko" a sus espaldas mientras unos dedos se envolvían en su cuerpo. Una amplia sonrisa gigante apareció atrás de él...una sonrisa que pudieron ver tanto la chica que estaba secuestrada como Fumiko quienes se quedaron confundidas y esta vez con miedo...

- Después de todo, se podía escuchar unos susurros en el lugar...

- Susurros que no eran de Izuku...

El muchacho sacudió la cabeza para quitarse esa voz de allí, solo para volver a acercarse a su "mujer", quien estaba con una mirada preocupada hacia él. "Por favor...solo déjame explicarte y entenderás todo lo que ha pasado aquí...Fumiko, confío en ti, por eso solo tú sabes esto", dijo el chico mientras que le daba un fuerte abrazo a la peliazul haciendo que su corazón se acelerase

Claro...ella estaba completamente cegada por el amor que le tenía al chico, tanto que ni siquiera se daba cuenta que aunque él tuviera comida encerrada en su sótano esto era malo para cualquiera...a fin de cuentas, estaba torturando a alguien por placer y no por información y ella no había llegado a ese límite, pero como dije antes...ella lo amaba...

- Y como él también lo hacía...se dejó abrazar y escondió su rostro en su cuello...

"Está bien, Izuku...te escucharé...", dijo ella con un tono de voz dulce, después de todo, esas palabras del peliverde hacia ella le habían enternecido el corazón. Sí...todavía era demasiado inmadura como para dejarse llevar por lo que sentía por un chico y no ver que lo que estaba sucediendo allí era una puta locura...pero lo amaba mucho...

- Quizás era como dicen...

- Estaba cegada por su amor...

- Y para Izuku era fácil controlarla así...o bueno...manipularla...

5 minutos después:

Ambos habían dejado el sótano, ahora estaban sentados en la mesa de la cafetería tomando café ambos, obviamente, uno al frente del otro. "Entonces...¿Quién es ella?, ¿Porqué está en tu sótano?, ¿Qué ocurre allí, Izuku?", preguntó Fumiko, interesada en lo que hacía el peliverde, queriendo que el joven confiara más en ella, quería ser más cercano a él...

El peliverde tomaba su taza de café, viendo a la oscuridad que había en esta, notando el rostro de su antigua esposa, tenía una sonrisa socarrona...le gustaba lo que pasaba. Sacudió su cabeza para quitarse esa mirada de ella de encima, respirando profundamente volvió a mirar a su "pareja", se controló para mantener la compostura y habló...

"Izuku Ghoul: La historia de un corrompido"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora