(Segunda temporada) Esta historia dependerá de ustedes si la leen o no, si ya leíste su primera temporada, piola, pero si no, solo lee el último capítulo, lo mismo con el dekuverso y entenderás todo, además, aquí hay medio un resumen corto para que...
Una fuerte corriente de aire se hacía presente en el lugar, haciendo que las gotas de sangre de los árboles cayeran al suelo, empezando a hacer que charcos de estos se formaran. El sonido de las gotas terminaba por hacerse estresante...al menos para Izuku quien se encontraba de pie en medio de todos los del cartel a los que él había asesinado...
Este paralizado, viendo toda la sangre, sintiendo como su cabeza empezaba a temblarle todo a su alrededor, haciendo que no pudiera controlarlo. "Yo hice todo esto...", se dijo con un tono de voz tranquilo, pero había algo en él, que al ver todo esto, empezaba a alterarse...así mismo, una sombra se hacía más grande atrás de él y una manos huesudas lo tomaban de los hombro...
"Se siente tan bien matar...es excitante saber que tienes poder sobre los demás, ¿No?", dijo la voz de aquel fantasma a su oído, haciendo que el Ghoul volteara sus ojos. No vio a nadie, pero una risa resonó en aquel bosque de las montañas, haciendo que este empezara a hiperventilarse por la presión, empezando apretar sus puños con fuerza...
"Cállate...", dijo el chico mientras que los kagunes de sus espaldas empezaban a crecer, de una manera que parecían furiosos, salieron 4 tentáculos. Estos estuvieron a espaldas del chico, viéndose como una especie de arma que apuntarían a cualquier que se cruzara en su camino, el chico intentaba controlarse lo mejor que podía, pero no...
El olor de la sangre, el recordar como todos gritaban como él alguna vez gritó por culpa de todos, hacía que debajo de esa máscara Ghoul se formara algo que nunca creyó...una sonrisa. Su mirada era de un psicótico y esa sonrisa no ayudaba y aunque no fuera una exagerada, terminaba por hacer que cualquiera que lo viera sintiera preocupación...o bueno...miedo...
(Algo así se veía:)
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Este se lamió la sangre que había entrado a su máscara, sintiendo como una sensación de éxtasis recorrió su cuerpo, sentía que podía incluso correrse si estuviera más enfermo. Sin embargo, salió de sus pensamientos al escuchar unos pasos atrás de él, hasta que terminaron por ponerse a su lado...viendo a Lady Nagant, quien hizo que volviera a la normalidad...
Poco a poco su mirada fue cambiada por una de tranquilidad y comodidad al ver a la mujer, solo para guardar sus kagunes...no sabía que le pasaba, pero lo recordaba claramente. "Dios...esto es insano...", se dijo el peliverde, tomándose de la cabeza, recordando la expresión que había puesto y las palabras de aquella fantasma tampoco ayudaban en lo absoluto...
El chico no quería ser una mala persona, no quería matar a nadie que no lo mereciera, sabía que era mejor que Himiko Toga, al menos la que estuvo con él y quería demostrarlo, pero, ¿Cómo podría?...es decir, llevaba tanto tiempo reprimido y con tanto odio acumulado que una simple pizca de libertad o poder, serían suficientes para provocarle un caos metal...
- Simplemente él ya no tenía remedio...
- Pero podía aprender a vivir con eso...y usarlo a su favor...
